Y no, no empezó todo con Tomic, empezó con Messina, chapoteando en el barro, recibiendo palizas históricas de equipos que no quiero nombrar, aprendiendo a sufrir y a levantarse una y otra vez. Diréis quién coño soy yo para dar lecciones de madridismo y otras historias. O quién me ha mandado venir aq...