La partida de ajedrez (o de brisca, yo qué sé) sigue.
La opción de convocar elecciones sólo por táctica y para evitar el 155 gana enteros entre los pragmáticos de la movida golpista. Pero la franja más radical, la que sacude el árbol para que los infelices del tres por ciento recojan las nueces, no lo consiente y pide más. El margen para Puigdemont es estrecho.
Lo que creo es que no declarará la independencia pues son 30 años de cárcel y el tipo no es un mártir.
En frente, están los sorayos y sus aliados socialistas (no incluyo a Guerra, González y Borrell en esa banda) dispuestos a aceptar (casi) todo lo que sea con tal de no aplicar el 155. Son timoratos, cobardes, calculadores, todo lo contrario de la dignidad y el honor que encarnan El Rey Leal y el Pueblo Español.
Pero también, en el mismo gobierno, hay gente que no quiere pactar como sea. Una convocatoria maliciosa de elecciones no es suficiente, dicen.
Veremos qué pasa. La movilización de los españoles de bien el sábado en Madrid y el domingo en Barcelona pueden ayudar.
Dos artículos magníficos para quiénes se interesan por todo esto y se preocupan por España:
http://m.libertaddigital.com/opinion/jo ... lio-83512/
http://m.libertaddigital.com/opinion/jo ... 155-83510/