Mamadou Sakho: No olviden esta cara
El presente y futuro en el centro de la zaga francesa es suyo.
Con 21 años es el bastión defensivo del PSG.
¿Les suena el nombre de Mamadou Sakho? Seguro que sí. Pese a jugar en un campeonato tan poco mediatizado como es la Ligue 1 y en un club como el Paris Saint-Germain, que lleva 17 largos años sin ganar la liga en Francia, este jovencísimo defensa central, que también puede actuar como lateral izquierdo, está haciendo méritos partido a partido para que los aficionados al buen fútbol no se olviden de su nombre.
A los secretarios técnicos de los mejores clubs de Europa no se les escapa que, con tan sólo 21 años, este fornido futbolista, internacional absoluto con Francia desde el verano pasado, que recibió recientemente de manos de su ya ex compañero Claude Makelele el galardón al mejor jugador joven de la L1 de la temporada 2010-11 en los premios anuales de la UNFP (Union Nationale des Footballeurs Professionnels), es de lo mejorcito que hay actualmente en su puesto.
Quizás lo que más se recuerde del dorsal ‘3’ del PSG sea el hecho de que, con 17 años y ocho meses, se convirtió en el jugador más joven en llevar el brazalete de capitán en un partido de la Primera División francesa. En aquel histórico Valenciennes-PSG de octubre del 2007, el entonces entrenador del cuadro parisino, Paul Le Guen, no dudó en dar un toque de atención a sus vacas sagradas sacándose de la manga a Loris Arnaud, David Ngog, Granddi Ngoyi, Younousse Sankharé y el citado Mamadou Sakho, y encomendándole la responsabilidad de la capitanía a este último. Pero ‘Mamad’, ‘Mams’ o ‘Kirikou’, pueden escoger entre cualquiera de estos motes, es mucho más que eso, y el brazalete de capitán lo llevará permanentemente a partir de la temporada que viene, por decisión de su entrenador Antoine Kombouaré.
Del PSG hasta la médula
Nacido el 13 de febrero de 1990 en París, la extensa familia de Mamadou Sakho -son tres hermanos y cuatro hermanas- es originaria de Senegal, pero él es un parisino de los pies a la cabeza. Su relación con el mundo del fútbol empezó en el Paris FC, con el que empezó a jugar a la tierna edad de siete años. Por aquel entonces el pequeño Mamadou ya demostraba tener muy claro que su futuro estaba en el fútbol, y su evolución iba ‘in crescendo’, año tras año. En el 2002, con 12 años, pasó a formar parte de la cantera del Paris Saint-Germain, un club del que es hincha desde que tiene uso de razón. Y es que, a diferencia de lo que suele pasar en otros grandes clubs europeos, si le preguntan a Sakho sobre alguna característica del juego de Mustapha Dahleb, o alguna anécdota sobre Dominique Rocheteau o Raí, todos ellos leyendas del club, pueden estar seguro de que él las conocerá.
EN EL NOMBRE DEL PADRE
Con solo verlo sobre un terreno de juego es fácil adivinar que dos de las grandes bazas de Mamadou Sakho son su envidiable condición física y una gran capacidad de liderazgo, modelada esta última en las calles de su barrio. Además, y aunque todavía le falta por desarrollar algunos aspectos tácticos, posee una característica básica en todo buen defensa central: la serenidad. Desde que Laurent Blanc se hizo con el puesto de seleccionador francés, en el verano del 2010, Sakho ha ido figurando en sus listas, aunque la pareja de centrales preferida del ‘Presidente’ sea la formada por Philippe Mexès y el nuevo jugador valencianista Adil Rami. Pero eso no le importa demasiado a ‘Mamad’. El afán de superación es una virtud que ha ido perfeccionado con el tiempo, si bien el verdadero punto de inflexión se produjo en marzo de 2004, mes en el que falleció su padre.
No olviden su nombre. Sakho reúne todos los ingredientes para convertirse en referencia en su puesto. Y perseverará hasta conseguirlo
http://www.donbalon.com/web/articulo/i- ... -esta-cara