Andaleche escribió:Apostata escribió:Andaleche escribió:Casemiro es un poco tronco y pierde muchos balones en zonas peligrosas.
Llorente a poco que muestre su potencial creo que se come sin problemas a Casemiro.
Casemiro juega en el Real Madrid donde la exigencia de juego es tan grande que desde que se fue Fernando Redondo, todos los medio centros defensivos han sido cuestionados por su calidad en el manejo de la pelota, con la excepción de Alonso, que como en realidad era un interior metido a pivote, era cuestionado por su falta de contundencia.
Ponle un año o dos a Marcos Llorente en el puesto de Casemiro, y cuando deje de ser El Chaval, ya verás tú si le pasa lo mismo que a Casemiro.
Makelele era un estupendo mediocentro defensivo y no era un patán con el balón.
A Llorente lo poco que le he visto me ha parecido que tiene carácter, y puede que el suficiente como para no arrugarse por jugar en el Madrid.
Pues haz memoria, Andaleche, porque el tiempo y las ganas de culpar de todo a Florentino, han maquillado mucho el recuerdo de cómo se comportó el Madrid con Makelele.
Yo he oído silbar al francés, pero no un día ni dos, sino como hábito cada vez que cogía la pelota, porque a juicio del respetable, era un troncazo con el balón en los pies.
Luego, cuando se deshicieron de él, vineron semejantes troncos, que la nostalgia lo hizo pasar por bueno, y las ganas de señalar los errores de Florentino, hizo el resto. Pero si físicamente Makelele era un toro, técnicamente no aguantaba la menor comparación con Ivan Helguera.
Y yo no estoy diciendo que Marcos Llorente sea malo o no tenga carácter para jugar en el Madrid, digo que en el Madrid el puesto de medio centro destructivo está maldito por la propia naturaleza de su función: si pones a un jugador excesivamente técnico, lo acusan de blandito y si pones a un jugador excesivamente físico, lo acusan de tronco, como ahora está pasando con Casemiro.
Alguno dirá, "pues que encuentren un jugador equilibrado". Bueno, pues Xabi Alonso era probablemente un jugador equilibrado en destrucción y en creación, y la opinión se dividía entre quienes decían que le faltaba físico y quienes decían que tendría que jugar de interior.
No hay solución, porque el Madridismo quiere un pivote que robe como un tiburón y salga con la cabeza levantada como un cisne, y eso ya era complicafo cuando jugábamos con doble pivote, pero ahora que sólo ponemos a uno a barrer la casa por delante de los centrales, resulta del todo imposible. Porque, independientemente de su capacidad técnica ¿en qué cabeza cabe que un tío que se pega las palizas que se da Casemiro para apagar fuegos por todas partes va a tener luego la frescura física de parar, templar y salir con la elegancia y la precisión de un bailarín del Bolsoi?