Marciano escribió:Ayer mi perrita estuvo muy extraña toda la tarde, no quería comer, se pasó acostada, ni cuando iba a la cocina se acercaba, un comportamiento muy atípico de ella.
No quiso comer hasta que me acerqué y le empecé a hacer cariños y prácticamente darle la comida en el hocico.
Pues resulta que la señorita estuvo indignada toda la tarde porque cuando llegué del trabajo no le hice cariños como de costumbre lo hago.
Cuando estuve trabajando en Madrid el año pasado al volver para Málaga los fines de semana mis gatos me daban la espalda y tardaban un rato largo hasta que se me acercaban de nuevo. Muy contentos cuando me volví definitivamente, la primera semana fue de carreras y juegos todo el día.