Achraf Hakimi, ida y vuelta incansable
Achraf entra en la convocatoria de Zidane. Acierto. Una decisión motivada por las bajas pero, sobre todo, por la confianza que despierta un futbolista que en edad juvenil está suscitando un absoluto impacto entre todos los que lo empiezan a descubrir. Un futbolista fuera de lo común capaz de marcar las diferencias desde su demarcación de lateral derecho. Zidane hace muchas cosas bien y dos de ellas se vuelven a manifestar en su decisión: no le tiembla el pulso cuando debe requerir el concurso de un canterano y, fundamental, sigue estrechamente la evolución de todos los valores que pueblan Valdebebas; no se distrae en la visualización de vídeos de jugadores ignotos, sabe que en casa cuenta con soluciones válidas para cualquier eventualidad.
Hoy todo serán análisis sobre la figura de Achraf. Me considero un privilegiado por vigilarle cada fin de semana. No obstante, se puede omitir toda descripción y evocar un partido de esta temporada como paradigma: la victoria del Juvenil de Guti en la Youth League ante el Dortmund en Alemania por 2-5. Aquel día Achraf lideró a su equipo. Marcó un gol -con una brillante maniobra en el interior del área- brindó goles a sus compañeros y durante todo el partido no cejó en su empeño de aportar; se recorrió la banda derecha en un sinfín de ocasiones, y en ningún momento permitió que su soltura ofensiva se correspondiera con espacios a su espalda. Achraf es, entre otras muchas cosas, una fuerza de la naturaleza, inasible al cansancio, es muy habitual ver sus aceleraciones en los minutos 88 de partido. Lo lleva de serie. Es una seña de identidad de su juego.
Algún escéptico asociará a este futbolista con su edad y concluirá que no está preparado para rescatar al equipo en un partido tan delicado. Para contrarrestar el argumento se me ocurre recordar que Achraf cumplió en noviembre 18 años, pero que ingresó en la cantera del Real Madrid en el año 2006. He contemplado sus primeros pinitos con el escudo madridista y he de confesar que mantiene el mismo cambio de ritmo y la misma capacidad para superar a sus pares por potencia y determinación. Ha variado la demarcación. Primero ejercía de delantero centro. En una segunda fase los técnicos le reciclaron como jugador de banda ofensivo y, posteriormente, como suele ocurrir según vas ascendiendo, se le concedió el puesto de lateral derecho. Desde esa posición desarbola a los equipos contrarios con su poderío físico y sus incorporaciones al ataque. Éstas pueden llegar mediante envíos en profundidad de sus compañeros a los que llega o, incluso, mediante acciones individuales, puede quebrar hacia fuera para tratar de continuar y poner un buen centro o, incluso puede realizar la diagonal y finalizar la jugada con su pierna izquierda -la maneja muy bien-.
Es fuerte en el contacto, va muy bien al choque. Tiene carácter. Y, por supuesto, esa facilidad que tenía en benjamines para marcar goles, la mantiene. Es lateral derecho, pero conoce el oficio de delantero y a la más mínima oportunidad pone a prueba a los guardametas. Ese instinto permanece en él.
¿Y defender? Es disciplinado, sabe recuperar su posición y guardar el sitio si las condiciones lo requieren, nunca da un balón por perdido y sabe que su cometido principal es evitar los goles. ¿A que pinta bien? Los rivales del Castilla coinciden al finalizar los encuentros que mantener el ritmo de Achraf es pura utopía. Un jugador preparado en lo físico y en lo mental y que, como hemos dicho, lleva años formándose en todas las categorías inferiores del Real Madrid. Ahora le toca dar el salto, y él sabe que es su primera gran oportunidad.
Fuente:
https://madridistareal.com/2017/01/24/a ... ncansable/