Los ultras del Marsella se autodenominan 'antifascistas'.
A adoquinazo limpio.
Podían haber matado a alguien.
No importa, porque se dicen 'antifascistas' y cuando te calificas de 'antifascista' puedes hacer cualquier cosa, desde lanzar adoquines a un bus, a asaltar un súper para llevarte una caja de botellas de ron de 30 años de primera necesidad o quemar una iglesia. Es lo que se denomina 'superioridad moral' de una minoría étnica vulnerable.
Pues a mí, todo lo que suceda en Francia, Bélgica, Alemania y países escandinavos e incluso en el resto de países nórdicos, me resulta indiferente, porque estas cosas las llevan bien y las viven con placer progresista. Como debe ser. Seguro que lo solucionan pronto.