http://www.ecosdelbalon.com/2015/10/pro ... -europeas/
A los conjuntos ingleses les está costando adaptarse a los planteamientos tácticos del rival.
En Inglaterra la fuerza de la tradición, que prioriza lo nacional, sigue pesando mucho.
El aficionado inglés, por lo general, tiende a pensar que lo propio es superior a lo ajeno, lo que en este caso se traduce en dos realidades encontradas: además de asumir peor los cambios, el fútbol inglés siempre prioriza lo nacional más que cualquier otro país de Europa. Si para el Real Madrid, el Bayern Munich o el Milan ganar la Champions League es, de largo, lo más importante, para el Manchester United no lo es tanto. Si para el Villarreal, el M’Gladbach o la Fiorentina competir hasta el final por la Europa League es un deseo de club, vestuario y afición, en el caso del Tottenham no lo es ni por asomo y se ve, incluso, como una complicación. Así nos lo confirma Álvaro de Grado, periodista de “MarcadorInt” que lleva viviendo en primera persona el sentir inglés durante los últimos años: “A los equipos ingleses, en Europa sólo les importa la Champions. Pero es que, a su vez, la Champions les importa menos que la Premier league. […] La tradición pesa muchísimo. Simplemente hay que ver cómo el Manchester City no llena el Etihad en la Champions venga quien venga. No lo llenan. La gente va a ver antes al Southampton que al CSKA. Y todo es por la sensación que tienen de que lo inglés es lo mejor, de que Inglaterra es lo mejor y el resto… bueno”.
si la tendencia sigue así, la próxima temporada cederán la cuarta plaza Champions al Calcio italiano, con la consiguiente pérdida de privilegios a nivel económico, futbolístico y social. El Arsenal ya no encontraría en la cuarta plaza un motivo de celebración, el Liverpool no anhelaría volver a jugar los martes y, en definitiva, la liga más seguida del planeta fútbol perdería todavía más peso en la competición que más gloria reporta. Y no sólo esto, que viene a conjugarse en un corto plazo siempre variable y subsanable. La historia ha demostrado que, como decía Winston Churchill, a Inglaterra le ha ido mejor cuando “se oponía a la potencia continental más fuerte del momento” que cuando prefería aislarse en su propia isla. Éste es un lujo que, hoy por hoy, nadie se puede permitir. Ni siquiera la Premier. Si no, se volverán a quedar atrapados en el tiempo.