Me he quedado flipando con las virtudes "espaciales" de Khedira descritas en ese artículo de la más pura escuela teórica de Axel Torres. Son virtudes semejantes a las de Benzema, que no conseguimos ver los simples mortales. Para verlas hay que ser de la familia de Khedira o de Benzema, o ser un vidente harto de marihuana. Ni jugando en Play Station en modo superheroe se aproximan ni a un 10% de la ficción de ese panfleto. Hiciste bien, Moufinger, en poner semejante artículo en la sección de chistes.DIRTYHARRY escribió:Parece escrita por el mismo que redacta las odas a Monsieur L'empané y que hal publica con asiduidad asombrosa.Moufinger escribió:no sé si es humor negro o humor amarillo, pero esto debe estar en esta sección:
EL FUTBOLISTA ESPACIAL
En cada instante de un partido, en cada fase del juego, Sami Khedira está sumando para su equipo. Jamás desconecta. Para Jose Mourinho, amante de las transiciones, esta virtud le convirtió siempre en imprescindible.
El centrocampista alemán lleva en sus genes la potencia y la conducción. Lothar Matthaus la escenificó como nadie en aquel gol a Yugoslavia en el Mundial de Italia 90. Khedira no tiene el nivel de un Matthaus, pero sí que ha recuperado el aroma del futbolista germano que llega a la meta antes que sus oponentes. A la contra no hay dudas: Khedira es algo espectacular. Su participación en esta suerte ha de ser estudiada a fondo, pues resulta más que determinante. Un contragolpe tiene varios elementos: está el pase posterior al robo, la recepción de ese pase, el traslado del contragolpe y la definición, que solo surge tras haber corrido intensamente hacia la portería adversaria. Khedira los domina… casi todos.
Como componente intermedio del contragolpe también sobresale. Su colocación a espaldas del pressing del rival es notable (foto de la derecha). Desde ahí, su golpeo raso sirve para alimentar la llegada del compañero alejado (secuencia completa). Aunque recientemente le hemos visto conducciones repletas de fuerza, ahí Sami va más lento con la bola que sin ella. Y es que donde de verdad disfruta Khedira es en la estampida, cuando recae en otros la elaboración del contraataque. Su interpretación espacial (de nuevo esta palabra) del mismo es impecable. Apoyado en un físico devastador en este apartado
Khedira es primordial. Sami es socio de ese afamado club de pulpos, del que es presidente de honor; centrocampistas que se lanzan hacia el poseedor de la pelota para impedirle darse la vuelta. Las llaves para presionar muy arriba (foto superior). Técnicamente va sobrado en estos lances: su sensibilidad para el balón dividido es asombrosa, intercepta pases tirando de extremidades (foto de abajo a la izquierda) y agobia continuamente al que busca desbordarle. Esta es la parte más peculiar de su técnica defensiva: pega mucho el cuerpo al driblador y espera su agotamiento. Roba poco del pie pero nunca le eliminan. Lo curioso es que, pese a su poderío para la presión, el verdadero plus que supone Khedira es su adaptabilidad a un repliegue en campo propio. Sin ser Claude Makelele (lo suyo será siempre el movimiento), Sami tiene gran sentido espacial; sabe cómo tapar líneas de pase mientras flota lo justo al pasador (foto de abajo a la derecha). Esta doble condición permite a Mourinho elegir con plenas garantías. No importa el modelo defensivo que escoja; Khedira es un activo fiable.
Pero si hay algo que está causando sensación en el juego de Khedira esta temporada es su fútbol con la pelota. Hemos ido observando cómo Sami es influencia directa desde el toque en el contragolpe madridista. A pesar de ello, esa aptitud no es suficiente para “calar en el público”, por así decirlo. En un centrocampista, lo que genera la percepción de “bueno con la bola” es el grado de acierto en los envíos estáticos, lo que en Ecos solemos llamar “juego por detrás del balón”. El motivo que hace que el internacional por Alemania levantase opiniones tan divergentes es que su técnica en esta fase del ataque es un puntito irregular.
Cuando señalamos en el estudio del contragolpe que la mente de Khedira corre a velocidades extrañas pretendíamos llegar a este punto exacto. Para facilitar la comprensión, resumiremos el asunto en una sencilla frase: Si la acción técnica del partido demanda decidir el pase en un segundo, Khedira resolverá con total acierto. Son los contextos propios del robo y contragolpe, ya vistos previamente. En cambio, si el contexto exige tres segundos de reflexión (por norma, control, pausa, pase), Sami sufrirá. El tiempo no le sienta bien, se adapta peor a su cuerpo.
Es muy bueno, hay una adaptación de Gilbert Gottfried con David Hasselhoff y Pamela Anderson como víctimas.McClane escribió:Es bastante (mucho) viejo, pero viendo el post de Doren y sus "deseos" no he podido evitar recuperarlo.
El genio y la autopista
Un hombre se encuentra caminando solo por la playa, cuando de repente se tropieza con una botella. La levanta, la mira, la abre y ¡Pum! se aparece un genio que le dice:
- ¡He estado preso por más de mil años en esa botella! ¡Por tu amabilidad te gratificaré con un deseo, pero piénsalo bien, porque sólo puedo concederte uno!
El hombre piensa por un momento su deseo y le dice al genio:
- Siempre he deseado ir a Hawai, pero nunca he sido capaz porque me da miedo volar, y los barcos me dan claustrofobia y mareos. Me gustaría que hicieras una autopista desde aquí hasta Hawai.
El genio, desconcertado ante la magnitud del deseo,le dice:
- No, creo que no puedo hacerlo. Sólo piensa en todo el trabajo implicado con los pilares que se necesitan para mantener la autopista y cuan profundos deben insertarse en el fondo del océano. Piensa en todo el pavimento que se necesitaría, la ecología que se modificaría. Me temo que es mucho pedir, mejor piensa en otro deseo.
El hombre asiente, piensa durante un par de minutos su deseo y luego le dice al genio:
- Hay otra cosa que siempre he querido. Me gustaría ser capaz de entender a las mujeres ¿Qué las hace reír y qué las hace llorar, por qué son tan temperamentales, por qué es tan difícil salir con ellas? básicamente ¿qué las satisface?
El genio piensa por unos minutos y le contesta:
- ¿Quieres la autopista con dos carriles o con cuatro?