Cuando ganamos la otra vez a la Juve en una final, eran unos mantas. No tenían genios como Mandzukic, Dybalá o Igualín. Me acuerdo que sacaron a cuatro mataos, un tal Deschamps, otro que se llamaba Inzaghi, un cojo al que decían Del Piero, y un troncazo frances que respondía al nombre de Zinedine Z...