Apostata escribió:Si es que da igual a quien traigamos, este club es ingobernable desde los tiempos de De Carlos.
Mirad la nómina desde los años 70. Nos hemos cargado en meses a tíos que venían con un curriculum bastante serio. A los que mejores resultados han obtenido, los hemos pateado y ridiculizado al máximo.
Y sí, claro que Florentino tiene gran culpa de lo que pasa ¿pero y la afición? ¿Es que estas cosas no pasaron con De Carlos, Mendoza, Sanz o Calderón? Di Stefano, Thosack, Antic, Benhacker, Floro, Valdano, Heynckes,Hiddink, Schuster... todos salieron escaldados y por la puerta de atrás, con la excepción de Capello que se largó las dos veces por su propio pie al primer año, quizá fuera el más listo de todos.
Traigamos a quien traigamos, lo vamos a reventar. Y no os engañéis, cuando se vaya Florentino y venga otro presidente, da igual a quien traiga o el modelo que quiera implantar, al primer empate encendemos las antorchas y en cuanto tropiece dos veces, le prendemos fuego a Valdebebas.
Somos una afición muy poco autocrítica. No aceptamos que nosotros mismos somos la principal causa de ansiedad de este club. Llevamos en crisis desde que tengo uso de razón, ganando, perdiendo, con fulano o con mengano. Repasad un poco este foro, los hilos de jugadores y entrenadores pasados y presentes. Repartimos cera como si no hubiera dios, no pasamos ni media, no dejamos títere con cabeza, y luego hablamos de "proyectos", como si nosotros fuésemos a permitir que se plantease un proyecto si quiera a medio plazo. Pero por dios, si en cuanto un futbolista lleva cuatro años en la plantilla lo queremos fuera, no te digo ya nada con los entrenadores. El que venga, que no deshaga ni la maleta.
La reacción del Bernabéu, que es donde el entrenador, presidente, jugadores, notan la presión, no tiene nada que ver con la situación (o quizá sí, pero no por el aspecto que tú indicas). A Zidane, en el Bernabéu, no se le discute, ni cuando perdimos en el clásico.
Una cosa es lo se lee en elforo, y otra es lo que dice el aficionado del Bernabéu. Al menos, por ahora, nadie ha levantado la voz al entrenador.