Crónica: Huesca 0 - 1 Real Madrid
Solo con vencer no se convence
El Real Madrid apenas gastó batería para vencer en El Alcoraz. Un tanto de Bale a los siete minutos fue suficiente para batir a un Huesca que rugió pero no tuvo garras. El Madrid, que acabó pidiendo la hora, vuelve a aparecer por zona Champions con un juego discutido.
Si alguien achaca a Solari la falta de brillo, el técnico puede exponer ocho victorias en nueve partidos. Se le puso en el banquillo para levantar el edificio, ya tendrá tiempo para pintarlo. A gusto del consumidor queda exigir más o pensar en todo lo bueno que vendrá cuando la máquina esté engrasada. Por ahora vence, pero no convence.
El paso parece de tortuga, pero la pisada es de tiranosuario. Porque vuelve a dormir en puesto de Champions el equipo blanco, que ya tiene a tiro a Sevilla y Atlético y no ha permitido al líder despegarse. Los servicios mínimos en campo del colista son otra muesca más en el revólver de Solari.
El partido empezó y terminó en el minuto 7. Puede que el único instante en que el Madrid subiera revoluciones. Con la apertura de Marcos Llorente, la cabalgada de Odriozola y la definición de Bale. El galés rompió más de tres meses de sequía. A partir de ahí, los blancos se conformaron y los azulgranas se ahogaron.
Dos mundos distintos
El Huesca demostró por qué es el colista. Porque quiere y no puede. Ni en un partido de 180 minutos parece que hubiera roto el cántaro blanco. Ni siquiera en un añadido de dos minutos con intervención de Courtois y Carvajal sacando un balón bajo palos. Dice el manual que los partidos se ganan en las áreas. Ahí es donde se pierde también una categoría.
El Madrid sigue acostumbrando a ser un equipo mate. No parece importarle a Solari. Si tiene que retirar al Balón de Oro, invisible en Huesca, para meter a un obrero como Fede Valverde, lo retira. No le pesan los galones en los cambios. Hace lo que tiene que hacer. Ese parece ser su mayor mérito por ahora junto al estajanovismo.
Ni siquiera el viento, muy molesto toda la tarde, puede suponer un atenuante: este Real Madrid no cautiva. Sí gana, que es lo que le interesa mientras vuelve a meterse más de lleno en la pelea de la Liga.
Mientras no crecen Benzema, Bale, Asensio o Isco, sí luce al menos el de Courtois, que empieza a hacer paradas importantes. En El Alcoraz, además, consiguió dejar de nuevo la meta a cero por segunda semana consecutiva. Algo es algo.
Pero llegar a sufrir en el campo del último, aunque supiera hacerlo, no es el camino más idóneo para un equipo que quiere ponérselo complicado de verdad al Barcelona. Las críticas, eso sí, se encajan mucho mejor con el zurrón lleno de puntos.
"C*j*nes" fue la primera palabra que enarboló Solari para hacer resucitar al Madrid. Las rosas, violines, cenas románticas y bombones aún no los ha traído. Pero los resultados le acompañan. Al menos, no está solo.