Todos los jugadores son mercenarios. Todos juegan por pasta. Al final por muchos millones que ganen, son trabajadores y asalariados. El tema está que en esta empresa hace tiempo que los empleados marcan la pauta como quieren y si deciden que no están motivados se relajan, si no están en lo que están tiran del comodín "no salimos intensos" y los tops saben que, si rinden algo en Champs cuando toca, el resto del año te puedes rascar los huevos.
Y eso es un mal endémico que, mientras no tengamos un proyecto real asentado en un director deportivo y entrenadores potentes con derecho a mando, seguirá siendo. Así que si ganamos algún título será porque deciden que ese día si salen intensos y hay suficientes focos.
Esta gente vio como se cargaron a Mou y desde entonces, si no le gusta el que hay, puerta a base de tirar partidos y títulos.
A mí eso de ser un “mercenario” me da un poco igual, siempre y cuando el futbolista sea profesional y tenga un carácter competitivo, que quiera ganar algo más que dinero. Que salga con los ojos inyectados en sangre con el deseo de ganar y destrozar al rival.
La cuestión es que en ese vestario hay mucha diva de Instagram y mucho vago.