Joder, es que en la temporada con Capello, Miguel Torres lo hizo realmente bien; pienso que porque los de atacantes le ayudaban más. Pero en temporadas siguientes bajo su rendimiento. Es un lateral que siempre cumple y defiende bien, pero es lento.
Yo no tengo nada en contra de Torres, es más, probablemente yo le hubiera mantenido en el equipo...pero muy rápido no es.
Torres ?? comerse a Raul ??? pero si drenthe cunde 10 veces mas que el tio este que aun no a tocado bola en el getafe ....dios aun me acuerdo de sus 'aciertos' en los partidos y te digo yo que este no supera a Raul ni con bekembauer al lado .... demasiado malo prefiero un millon de veces a marcelo
Versión adaptada al baulismo actual del superventas, ¿Quien se ha llevado mi queso?
Erase una vez un equipo de científicos que metieron en un laberinto a dos ratones, culandrín y culandrón, y a dos liliputienses gilipollenses, piperil y palmerón, los cuatro tenían que encontrar una sala con queso con forma de crak mundial que les alimentase de títulos y con el que identificar a la institución.
Cuando llegaron a la primera bifurcación, piperil y palmerón siguieron a la derecha camino de la sala siete mientras las ratas fueron a la izquierda a la sala gaspart, los liliputienses tuvieron mucha suerte pues se encontraron a un queso-crack mundial, Raúl que les alimentaba de títulos, así que se quedaron acampados en la sala, cuando tenían hambre de títulos mordían al crack y así todos los dias durante años, aunque por cada mordisco del que se alimentaban el queso-raúl disminuía de tamaño.
Culandrin y culandrón cuando más cerca estaban de morir de hambre encontraron la sala Roni, así que alli acamparon y cada vez que tenían hambre le daban un mordisco a su queso-crack y así todos los dias, pronto los dos quesos-cracks estuvieron a punto de agotarse, pero mientras hubo a que hincar el diente los liliputienses y las ratas se fueron alimentando, llegó el dia en que Raúl y Ronaldinho se acabaron, las ratas culandrín y culandrón se dieron cuenta de que su fuente de alimentación se había agotado y se pusieron en marcha de nuevo por el laberinto, hasta que llegaron a la sala triplete donde había muchos quesos con los que alimentar sus ansias de éxitos.
Piperil y palmeron por su parte hacía tiempo que se habían quedado sin su queso con forma de Raúl y su hambre de éxitos era cada vez mayor, ¿Pero que iban a hacer? ¿Adonde iban a ir? A veces piperil insinuaba a palmerón que debían buscar otra sala que contuviera a otro crack mundial, pero palmerón le decía que no era nada seguro, que en la sala Raúl habían encontrado avituallamiento, asi que sólo era cuestión de tiempo que en la sala volviera a aparecer el queso raúl correspondiente.
Pasaba el tiempo, pasaba el tiempo........... y mientras culandrín y culandrón se ponían las botas, los dos liliputienses blancos pasaban más hambre que en tiempos de guerra, los ruidos de sus estomagos eran silenciados por el grato recuerdo del queso-crack que se habían comido lo cual les daba cierta nostalgia y esperanza de sobrevivir con la vuelta a la sala del quesoraúl. Mientras culandrín y culandrón tenían tanto queso que hasta les dió para llevarse a la sala recien sacadas de las puertas del camp nou en plena madrugada a jessica y a debhora, los dos liliputienses seguían en su sala recordando el dia cada vez más lejano en el que habían tenido el queso-raúl.
Los cientificos de semejante experimento ante el peligro de fallecimiento de los dos gilipoll.......... digo liliputienses, llenaron de queso las salas adyacentes, la sala Benzema, Higuaín, Huntelaar, Negredo para que el olfato llevase a los dos liliputienses hasta allí abandonando la sala siete, pero piperíl y palmerón parecían haber perdido el sentido del olfato.
Finalmente, un dia mientras culandrín y culandrón veraneaban en las Maldivas con Jessica y Debhora gracias al sobrante de queso que habían vendido, piperil y palmeron aparecieron muertos, cuando rebuscaron en sus ropas encontraron su D.L.I. (Documento liliputiense de identidad) asi que los científicos les prepararon un entierro en la sala que durante toda su existencia les había acogido, la lapida recogía el siguiente epitafio. Aqui yacen Manolo Lama y Tomás Roncero, su sacrificio en estudio de la irracionalidad humana no será en vano.
