ZEROCERISMOCERO escribió:jaizkibel escribió:ZEROCERISMOCERO escribió:
Y Asllani y Jacobsson, de que mercado son???
Pues fíjate, en mi opinión, si el Tacón aguantó el año pasado en Primera y no descendió se lo debe sobre todo a Jakobsson, Thaisa, Kaci y Asllani.
Si no hubiese sido por ellas, el RM hubiese empezado su historia femenina en 2ª División.
Pero son Suecas no? como Blaskevicius..., o sea que nada debe tener que no interesa ese mercado como has comentado. Puede ser directamente porque no interesa. No???
Sí, todos sabemos que Blackstenius es sueca. Pero es sólo un ejemplo lo de hablar de Blackstenius.
Lo que intento decir, por trigésimo novena vez, es que el precio de Nahikari que exige la Real Sociedad está disparado. Y que si el club quiere una 9 de nivel, con la oferta que ha hecho a la Real podría traer a jugadoras que ocupan ese mismo puesto de nivel superior al de Nahikari. Y he puesto el ejemplo de Blackstenius, pero hay varias 9 por Europa (NO EN ESPAÑA) que podrían ser. Pero el club no está interesado (otra forma de decir que no quiere) en esas otras alternativas y sigue insistiendo con Nahikari porque esta chica cumple el perfil que quiere el club: española, joven, etcétera, etcétera, etcétera.
Y otra cosa: si tanto quiere el club a Nahikari, entiendo la postura de la Real de inflar el precio. Es una jugadora básica para la Real todos estos años. Y que tiene contrato en vigor: así que si el RM (o sea, Ana Rosell y Lolo Merinero) la quieren y están empeñados (obsesionados) en ella, que pasen por caja.
En todas las negociaciones, cuando una parte está deseando lo que tiene la parte contraria, y no tiene otras alternativas sobre la mesa, como parece que no las tiene la dirección del RM femenino, la otra parte (la que tiene el objeto deseado) sube el precio. Si la dirección del RM tuviese alguna otra alternativa para poder elegir, la Real quizá no inflaría tanto el precio porque sabe que la jugadora se quiere ir y el RM podría terminar decantándose por otra alternativa.
Eso es algo que entiende cualquier niño de parvulitos, sin tener que estudiar teoría de juegos.