Muy acertado tu análisis, compañero. Hay un sentido pendular, también a lo largo de la historia. Más concretamente en nuestro día a día, es lógica consecuencia del propio desgaste y del "voto de castigo".Apostata escribió:Yo creo que fue precisamente la aparición de partidos de centro entre PP y PSOE lo que favoreció el giro a los extremos de los grandes partidos.
Primero con UPyD y luego con Ciudadanos parecía que surgía en España una alternativa de centro llamada a articular las grandes alianzas a izquierda y derecha. Pero, precisamente esa amenaza de que todos las mayorías girasen en torno a un partido liberal como Ciudadanos es lo que provoca el surgimiento de Podemos como contrapeso. Y de hecho, durante mucho tiempo, Podemos centró mucho más las acusaciones de fascismo y de involución contra Ciudadanos que contra el propio PP.
Luego, en mi opinión, la aparición de VOX es una reacción simétrica al éxito de Podemos.
Todo es como un gran movimiento pendular, ahora es el PP el que se está moviendo al centro para ocupar el espacio de Ciudadanos, pero ante la decadencia y dispersión de Podemos y sus derivadas, el PSOE ya no encontrará suficienfe masa aritmética a su izquierda para mantener sus gobiernos y se verá obligado a p... nuevamente el centro al PP. Y sin contrapeso en la extrema izquierda, es cuestión de tiempo que también VOX vaya viniendo a menos.
Creo que después de esta etapa de bloques tan poco fructífera, vamos a volver más pronto que tarde al bipartidismo. También por una cuestión de supervivencia, porque 4 años más en esta línea y nos matamos o nos disolvemos.
También tienes mucha razón sobre la polarización. VOX es la necesaria reacción a Podemos, es natural que haya gente a ambos lados de los extremos. También VOX se alimentó de alguna manera del independentismo catalán, y de nuevo, tiene algo de natural: ante una negación y ninguneo constante de algo tan normal como es la nacionalidad y tu país (algo normal en todos los países del mundo, anormal aquí). Afortundamente, la efervescencia ya ha bajado, y poco a poco iremos volviendo a la normalidad. Creo (quiero pensar) que hay una parte importante de la gente de la calle harta de vivir en la confrontación. Cansados de estar siempre enfadados y en los extremos.
La mayoría lo que queremos es vivir en paz, y que no nos cobren muchos impuestos. Si las cosas públicas más o menos funcionan (sanidad, educación, justicia, y poco más), fua, miel sobre hojuelas. Ni pongo ya en la ecuación una gestión medio decente/responsable del erario público, eso lo dejo para sueños húmedos (por irreal, no por necesaria y deseable).
Cuando uno se sale un poco de la política y se abstrae de twitters y noticiarios, mejora el humor y el carácter. Hay gente maja en todas partes (también gente mala), y es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
Un fuerte abrazo a todos y a ver si pasamos página ya de esta mala época de confrontación y extremismo.