Blanco Polar escribió:Cuentan las crónicas que hubo una época, entre 1966 (la sexta) y 1998 (la séptima), en la que el Madrid recibía el 0-1 en el Bernabéu en el min. 80 y ningún aficionado dudaba de que en esos 10 minutos el equipo no solo iba a empatar, sino que iba a ganar. Y ganaba.
El público era feliz, aunque no se lograran copas de Europa en 32 años. Un período en el que el Madrid conquistó 16 Ligas (1 cada 2 años), el Barça 7, el At. Madrid 4, Real Sociedad 2, Athletic 2 y Valencia 1.
Estás mezclando 2 o 3 épocas distintas en las que el Real Madrid vivió realidades muy diferentes y que están muy lejos de ser tan idílicas como las pintas.
De esas 16 ligas que mencionas, 9 se ganan entre el 66 y el 80, que son los últimos 12 años de Bernabeu y los 2 posteriores a su muerte. Son unos años buenos pero que preludian un cambio de paradigma en el fútbol y en los que el Madrid empieza a desengancharse de la élite internacional aunque sus estructuras deportivas aún le bastan para seguir manteniendo su hegemonía a nivel doméstico.
Lo que ocurre a partir del 80 no tiene nada de idílico ni de memorable. El Madrid de De Carlos es un dinosaurio a la deriva, sin capacidad económica ni deportiva para competir en Europa y con gravísimos problemas para sostenerse a nivel doméstico. Se ganan sólo 7 ligas en 18 años, 5 de ellas por ese milagro llamado "Quinta del Buitre" que fue como un pequeño oasis en mitad del desierto.
Los que vivimos esa época de los 80 y los 90 no fuimos futbolísticamente felices para nada. Fue una época de impotencia, las remontadas de las que hablas fueron, la mayoría, en la antigua copa de la UEFA. En la Copa de Europa, la que de verdad importa, los García pusieron el colofón perdiendo una final contra el Liverpool en 1981 y a partir de ahí todo fue amargura. La Quinta, nuestro equipo más capaz en esos años, desaprovechó su gran oportunidad ante un repugnante PSV que nos echó a la calle en semifinales y luego se resignó a ser sucesivamente humillada por un Milán muy superior a nosotros. Y para colmo, ese pequeño oasis doméstico se desmoronó estrepitosamente con las dos ligas de Tenerife que nos despertaron prematuramente del sueño de volver a ser lo que fuimos. Aquello no fue ni divertido ni bonito.
Y mucho menos Bonita fue la decadencia posterior, cada día más endeudados económicamente, perdidos en lo deportivo y con un Barsa que dio un salto cualitativo ganando su primera Copa de Europa y sus primeros 4 campeonatos de Liga consecutivos.
Has mezclado lo que se podría considerar la edad de plata de Bernabeu con la absoluta decadencia que se produjo tras su muerte. Yo viví lo segundo y ni fuimos felices, ni acudíamos confiados al Bernabeu, ni nada de lo que cuentas.
Se puede y se debe estar insatisfecho con lo que tenemos en la última década, pero nadie en su sano juicio la cambiaría por volver a aquello de los 80 y los 90 ni si quiera por volver a disfrutar de los 5 años buenos de la Quinta.