Las cosas como son, es el mejor jugador de nuestra historia pero como persona siempre fue bastante insufrible. Quiso hacerle un pulso a Florentino para que le pagase la deuda con Hacienda y empañó la celebración de la decimotercera creyéndose que iba a triunfar fuera y que nosotros sin él no ganaríamos ni al fútbol chapa.
Está escocido porque el tiempo le ha bajado de esa nube en la que se sentía por encima del mejor club de la Historia.
Se le recordará como un grande, insolente e irrespetuoso, pero grande. Maradona pecaba de eso también, incluso a niveles más altos.