Wilmots escribió: ↑Dom Nov 03, 2024 6:07 pm
Pero que le pasaba a Garuba?
pues que en USA ha ganado como 100 kilos de grasa y claro, cuando estas tan por encima de tu peso, a la hora de hacer ejercicio, te salen lesiones por todos lados, mucho mas si hablamos de las exigencias del deporte profesional.
me cago en la pu.. que este tío es millonario ¿no se podría haber puesto una canasta en su casa y a ensayar tiros todo el día? que, gordo y con una muñeca de madera poco futuro le veo
Chus Mateo sobre Andrés Feliz y Usman Garuba. "El base va en el buen camino y con Usman dimos pasos adelante... y atrás. No sé lo que va a pasar con él, porque cada vez que dimos pasos hacia delante, hemos tenido que retroceder"
JudeBell escribió: ↑Mié Nov 06, 2024 5:51 pm
Ya llegan. Paciencia...
Lo mejor es que dicen siempre la misma frase,estamos trabajando intensamente en reforzar el equipo pero aun no sabemos en que posiciones necesitariamos reforzarnos...
Wilmots escribió: ↑Dom Nov 03, 2024 6:07 pm
Pero que le pasaba a Garuba?
pues que en USA ha ganado como 100 kilos de grasa y claro, cuando estas tan por encima de tu peso, a la hora de hacer ejercicio, te salen lesiones por todos lados, mucho mas si hablamos de las exigencias del deporte profesional.
me cago en la p... que este tío es millonario ¿no se podría haber puesto una canasta en su casa y a ensayar tiros todo el día? que, gordo y con una muñeca de madera poco futuro le veo
Es que Garuba jamás debió ganar peso, y no creo que lo hiciera por una cuestión deportiva como si ocurre con muchos europeos que ganan cuerpo en NBA porque es necesario.
Garuba ya tenía el cuerpo perfecto para jugar allí (las habilidades es otra cosa). Ha ganado peso porque se ha pasado 2 años sin jugar apenas y encima allí ya sabemos cómo es el tema de la alimentación.
Parálisis total, hasta en un deporte que nunca cierra mercado. Es que no se puede ir así por la vida....si abandonas los equipos deportivamente al final se caen. Mucho han tardado de hecho. En fin, faltan exteriores que marquen diferencias sobre todo pero nadie mueve un dedo. Y seguramente un entrenador de más nivel, Scariolo anda libre pero es que les da absolutamente igual.
Con motivo del (nefasto) partido de ayer en Milán, se le hizo con anterioridad una pequeña entrevista a Causeur, una de nuestras leyendas.
Lo más destacado...
- Le espera un partido un poco especial.
- Muy, muy, muy especial, la verdad. Tengo muchas ganas. Ante todo, tengo muchas ganas de ver a la gente. Son amigos con los que he estado siete años durante los cuales hice muchas amistades. Seguimos hablando, seguimos comentando cosas juntos. Los inicios de los dos equipos han sido parecidos y los compartimos. Les tengo un cariño muy especial. Es como cuando te has ido a otro sitio y echas de menos a alguien de tu familia. Un poco eso. Obviamente, está el lado profesional de querer ganar, de querer hacer un buen partido. Hay un evento para Chacho también, así que debería ser una buena noche. Sólo espero que el resultado acompañe.
- Aún más especial va a ser cuando vuelva a Madrid.
- Intento no pensarlo demasiado aún. Nunca tuve ese momento de despedirme de la afición. Me emocioné con las cosas bonitas que han dicho, los vídeos... Es el club de mi vida. Pero creo que era el momento de irme. No me arrepiento, pero tengo mucho corazón. He dejado mucho ahí.
- Llegó a tener oferta para seguir. ¿No le satisfacía en lo económico o en cuanto al rol que iba a tener?
- Un poco de las dos. Obviamente, el dinero siempre es importante, pero antes de pensar sólo en lo económico, quería ver si iba a tener importancia en el equipo. Yo también quería disfrutar de mi carrera. Quiero jugar e intentar pasármelo bien. El baloncesto es mi vida y el año pasado cada vez jugaba un poco menos y no quería seguir en esa dinámica. No tenía sentido que estuviera ahí. Creo que era el momento de irme como un campeón, porque ganamos la Liga siendo importante en los playoffs. Era lo lógico. Mi final feliz era retirarme ahí y terminar jugando, tener ese momento de último año con la afición. Esa era mi película ideal, pero la vida no es así. Las dos partes estuvimos de acuerdo y ahora estamos bien. El Real Madrid vio mis lágrimas cuando me fui. Saben que no quería, pero que era el momento.
- Su último año no fue sencillo. Jugó poco, pero nunca se quejó.
- No, no. Desde mi llegada al Real Madrid entendí muy bien qué era este club. Siempre quise jugar ahí, siempre lo dije. Pero no quería jugar para el Real Madrid, quería ganar para el Real Madrid. El club está por delante de cualquier jugador en fútbol y en baloncesto. Es el mensaje que cada jugador tiene que entender si quiere tener éxito, que no hay nadie más grande que el club. Yo lo entendí más que nadie. Primero, porque nunca he sido una superestrella, pero también porque sabía dónde iba. Iba ahí para ser un campeón y me fui con 14 títulos. Todos los jugadores tenemos un ego y cuando te cambian pones alguna cara al entrenador, en su momento a Pablo [Laso] o luego a Chus [Mateo], pero eso no es personal. En el momento, el jugador está caliente y hay veces que haces cosas de las que luego te arrepientes.
- Se fue a la vez que leyendas como Rudy y Chacho, pero ¿es consciente de que usted también dejó huella?
- Pues me di cuenta sobre todo cuando anuncié en las redes sociales que no iba a seguir en el Real Madrid. No las miro mucho, pero al no tener ese momento de despedirme de la afición me metí a ver qué decían. Tenía un poco de miedo por si decían: "Menos mal que ya se va". [Risas]. No hubo ni un comentario así. En general, era todo positivo. Me quedé un poco flipado al ver que había dejado una imagen tan buena. Al final es un poco lo que todos queremos. El ego siempre quiere títulos, hacer buenos partidos... pero el ser humano también necesita sentir ese cariño. Cuando voy a casa y veo mis trofeos, estoy orgulloso, es la imagen física del trabajo bien hecho, pero es importante que la gente te vea como una buena persona, un buen compañero o un buen jugador. Eso es lo mejor que puede pasar.
- ¿Qué es lo que más añora de Madrid?
- Muchas cosas. El sol. Intento no pensarlo mucho porque no me puedo quejar. Estoy en una ciudad muy bonita, muy de familia, con muchas cosas por hacer. Pero mi corazón es español ahora y mi mujer es de allí. Sólo te diré que hemos pedido dos kilos de jamón. El sol me gustaba mucho. En Madrid había días muy duros después de una derrota y como que el sol te daba algo, buenas vibraciones desde por la mañana, energía. Ahora mismo aquí hay mucha niebla y me cuesta un poco, pero es una muy buena organización y estoy disfrutando de mi último o mi penúltimo año, seguramente.
- ¿Qué le parece el Madrid? ¿Ve sus partidos?
- Veo mucho baloncesto, pero del Real Madrid he visto todos los partidos. Han tenido muchas lesiones, que al final penalizan. El calendario es lo que es y te hace sufrir mucho. En las derrotas nunca perdieron por mucho. La gente tiene poca paciencia y está mal acostumbrada a todo lo que se ha ganado últimamente. Cuando hablo con alguien del equipo le digo que lo más grande que ganamos fue en los años que más sufrimos. Ellos saben sufrir y están acostumbrados a todo esto. Es gente con mucha experiencia y tienen un muy buen vestuario. No estoy nada preocupado por ellos. Les deseo mucha suerte, menos contra nosotros.
Stardust escribió: ↑Vie Nov 08, 2024 5:42 am
Con motivo del (nefasto) partido de ayer en Milán, se le hizo con anterioridad una pequeña entrevista a Causeur, una de nuestras leyendas.
Lo más destacado...
- Le espera un partido un poco especial.
- Muy, muy, muy especial, la verdad. Tengo muchas ganas. Ante todo, tengo muchas ganas de ver a la gente. Son amigos con los que he estado siete años durante los cuales hice muchas amistades. Seguimos hablando, seguimos comentando cosas juntos. Los inicios de los dos equipos han sido parecidos y los compartimos. Les tengo un cariño muy especial. Es como cuando te has ido a otro sitio y echas de menos a alguien de tu familia. Un poco eso. Obviamente, está el lado profesional de querer ganar, de querer hacer un buen partido. Hay un evento para Chacho también, así que debería ser una buena noche. Sólo espero que el resultado acompañe.
- Aún más especial va a ser cuando vuelva a Madrid.
- Intento no pensarlo demasiado aún. Nunca tuve ese momento de despedirme de la afición. Me emocioné con las cosas bonitas que han dicho, los vídeos... Es el club de mi vida. Pero creo que era el momento de irme. No me arrepiento, pero tengo mucho corazón. He dejado mucho ahí.
- Llegó a tener oferta para seguir. ¿No le satisfacía en lo económico o en cuanto al rol que iba a tener?
- Un poco de las dos. Obviamente, el dinero siempre es importante, pero antes de pensar sólo en lo económico, quería ver si iba a tener importancia en el equipo. Yo también quería disfrutar de mi carrera. Quiero jugar e intentar pasármelo bien. El baloncesto es mi vida y el año pasado cada vez jugaba un poco menos y no quería seguir en esa dinámica. No tenía sentido que estuviera ahí. Creo que era el momento de irme como un campeón, porque ganamos la Liga siendo importante en los playoffs. Era lo lógico. Mi final feliz era retirarme ahí y terminar jugando, tener ese momento de último año con la afición. Esa era mi película ideal, pero la vida no es así. Las dos partes estuvimos de acuerdo y ahora estamos bien. El Real Madrid vio mis lágrimas cuando me fui. Saben que no quería, pero que era el momento.
- Su último año no fue sencillo. Jugó poco, pero nunca se quejó.
- No, no. Desde mi llegada al Real Madrid entendí muy bien qué era este club. Siempre quise jugar ahí, siempre lo dije. Pero no quería jugar para el Real Madrid, quería ganar para el Real Madrid. El club está por delante de cualquier jugador en fútbol y en baloncesto. Es el mensaje que cada jugador tiene que entender si quiere tener éxito, que no hay nadie más grande que el club. Yo lo entendí más que nadie. Primero, porque nunca he sido una superestrella, pero también porque sabía dónde iba. Iba ahí para ser un campeón y me fui con 14 títulos. Todos los jugadores tenemos un ego y cuando te cambian pones alguna cara al entrenador, en su momento a Pablo [Laso] o luego a Chus [Mateo], pero eso no es personal. En el momento, el jugador está caliente y hay veces que haces cosas de las que luego te arrepientes.
- Se fue a la vez que leyendas como Rudy y Chacho, pero ¿es consciente de que usted también dejó huella?
- Pues me di cuenta sobre todo cuando anuncié en las redes sociales que no iba a seguir en el Real Madrid. No las miro mucho, pero al no tener ese momento de despedirme de la afición me metí a ver qué decían. Tenía un poco de miedo por si decían: "Menos mal que ya se va". [Risas]. No hubo ni un comentario así. En general, era todo positivo. Me quedé un poco flipado al ver que había dejado una imagen tan buena. Al final es un poco lo que todos queremos. El ego siempre quiere títulos, hacer buenos partidos... pero el ser humano también necesita sentir ese cariño. Cuando voy a casa y veo mis trofeos, estoy orgulloso, es la imagen física del trabajo bien hecho, pero es importante que la gente te vea como una buena persona, un buen compañero o un buen jugador. Eso es lo mejor que puede pasar.
- ¿Qué es lo que más añora de Madrid?
- Muchas cosas. El sol. Intento no pensarlo mucho porque no me puedo quejar. Estoy en una ciudad muy bonita, muy de familia, con muchas cosas por hacer. Pero mi corazón es español ahora y mi mujer es de allí. Sólo te diré que hemos pedido dos kilos de jamón. El sol me gustaba mucho. En Madrid había días muy duros después de una derrota y como que el sol te daba algo, buenas vibraciones desde por la mañana, energía. Ahora mismo aquí hay mucha niebla y me cuesta un poco, pero es una muy buena organización y estoy disfrutando de mi último o mi penúltimo año, seguramente.
- ¿Qué le parece el Madrid? ¿Ve sus partidos?
- Veo mucho baloncesto, pero del Real Madrid he visto todos los partidos. Han tenido muchas lesiones, que al final penalizan. El calendario es lo que es y te hace sufrir mucho. En las derrotas nunca perdieron por mucho. La gente tiene poca paciencia y está mal acostumbrada a todo lo que se ha ganado últimamente. Cuando hablo con alguien del equipo le digo que lo más grande que ganamos fue en los años que más sufrimos. Ellos saben sufrir y están acostumbrados a todo esto. Es gente con mucha experiencia y tienen un muy buen vestuario. No estoy nada preocupado por ellos. Les deseo mucha suerte, menos contra nosotros.