Yo sigo pensando que su mejora se la debe al Bernabéu. Lo digo en serio.
Creo que aquella pitada supuso un punto de inflexión para que él junto a su entorno deportivo reflexionase sobre qué le sucedía y qué necesitaba para caer de pies en el Real Madrid.
De toda la vida, el Bernabéu aplaude más los esfuerzos que los detalles de calidad. Y ver a un jugador apático es lo peor que puedes demostrar.
Quizá tuviese algún problema de cualquier índole, pero ciertamente desde aquello cambió el chip completamente.
Ahora mismo es una bestia física; la colocación siempre la tuvo, pero va con contundencia, se tira abajo, rebaña todas... es una absoluta locura de jugador.