Estoy a punto de abandonar el barco de Camavinga, me he puesto el chaleco salvavidas y creo que me voy a lanzar a estribor.
Hay oleaje grado 9 con olas de 20m, pero ya todo me da lo mismo.
Mejor me quito el chaleco y me ato al tobillo el ancla de 80 kg.
No encuentro el ancla, creo que me lo he dejado en el taller náutico. Otra vez será.
Se dejan engañar con los Rodrygo, Camavinga y compañia porque quieren... pero entiendo que quieren pasar una Navidad tranquila sin los disgustos de los mercenarios estos.