Los jugadores del Madrid se ven tan superiores individual y colectivamente a los rivales, que se relajan como leones tras zamparse una jirafa -de las grandes-, se adornan cual cortesana de Luis XV, se arriesgan con jugadas estrafalarias como un Magnus Carlsen de la vida y se divierten.
Después pueden ganar o no, pero han pasado un buen rato dando de comer al pato.
Musa el paquete está con una confianza absoluta, aunque falle sigue tirando que es lo que tiene que hacer. Ya no está Laso para sentarle después de 2 errores...