Un equipo de fútbol, uno de baloncesto, un equipo de trabajo o cualquier otro tipo de colectivo humano necesita de un organizador, un coordinador o alguien que dirija al conjunto de una forma lógica y más acorde a las necesidades del mismo.
El año pasado el Madrid de baloncesto jugó sin un base y hay que dar gracias al destino porque no se descendió de categoría; este año el equipo de fútbol, como viene siendo habitual en los últimos años, juega sin un organizador nato en el centro del campo.
¿Qué es un organizador? Un organizador es aquel jugador que sabe llevar el “tempo” de los partidos, el que canaliza el juego y lo orienta por la senda que más interesa en cada momento según las necesidades y el resultado que aparece en el marcador. Un organizador no sólo debe contar con una técnica individual destacable, tiene que ser inteligente, un buen pasador, saber leer bien el juego, ofrecerse para recibir el balón en el centro del campo cuando lo tiene otro compañero y mandar en el resto del equipo. Pero, ante todo, un organizador ha de contar con varios registros, saber conducir con la marcha adecuada y ser rápido en los cambios de ritmo. Y si cuenta con un buen disparo desde fuera del área y tiene llegada, sería la guinda del pastel.
Por todo ello, ni Emerson ni Diarra pueden ejercer ese papel, ni tampoco Guti, un jugador al que le falta lo más importante: varios registros. Porque Guti es un jugador de piñón fijo, impone a su juego siempre el mismo ritmo, vaya ganando o perdiendo su equipo, se juegue el primer minuto de partido o el último o se halle en un partido oficial o en un entrenamiento. Guti no es un organizador como tampoco lo era Zidane, aunque en ciertos momentos pudieran ambos hacerlo bien. Guti es un futbolista autoencasillado en su papel de pasador y jugador vertical ostentoso, un jugador tan estúpido que pudiendo lanzar a portería vacía prefiere dar un adornado pase de gol a un compañero, de rabona o haciendo el pino.
Un organizador es Pirlo como lo era el gran y sobrio Fernando Redondo, un organizador es Xavi como lo era Guardiola –vulgares, pero organizadores-, pero Guti jamás, pues su ubicación idónea sería la de jugar por detrás de los dos delanteros, incluso como mediapunta y hasta como segundo delantero. Guti brillaría mucho si por detrás de él jugaran Diarra junto a un organizador, con un rematador por delante y dos jugadores abiertos a las bandas.
Si se empieza a considerar a Guti como imprescindible y el mejor en cada partido, mal vamos. Y si no se busca otra solución a la ausencia de un organizador, peor.
Eso sí, este año en baloncesto la cosa pinta bastante mejor ...porque tenemos dos bases aceptables.