¿Qué hace el Real Madrid en los entrenamientos?
Decía Simone de Beauvoir: “El futuro se fabrica trabajando en el presente”. Alguien debería recordárselo a Zidane. En Anoeta, y como viene siendo habitual, el Real Madrid salió con una nueva alineación en la que poco importaba el rendimiento anterior o el estado de forma; hoy en día, en el Madrid, ser el mejor un día (como Valverde) o hacer dos goles no vale de nada para el próximo partido.
Zizou montó un equipo con cuatro defensas, cinco centrocampistas, tres de ellos mediapuntas (Isco , Brahim y Asensio ) y el delantero centro más centrocampista del mundo (Benzema), con la supuesta intención de dominar el partido desde el control del balón y el medio campo. A los seis minutos Brahim, teórico extremo izquierdo, se inventó un jugadón para hacer el 0-1. El partido comenzaba bien para el Madrid . Ese grupo de volantes y un conato de ritmo alto —llamarlo así tras ver las semis de Champions sonroja— hicieron que en los diez primeros minutos, los ayer vestidos de rojo medio dominasen el partido. Todo un espejismo.
A los quince minutos, para descifrar el dibujo táctico del Madrid había que ser criptógrafo. Isco, supuestamente interior derecho, jugaba a mayor altura que Asensio, supuesto extremo derecho. Kroos, supuesto interior izquierdo ,jugaba prácticamente de medio centro ayudando a un descolocado Casemiro a sacar el balón desde atrás, algo en lo que ni Vallejo ni Nacho daban pie con bola. ¿Y Marcelo? Marcelo nos dejaba otro de esos partidos esperpénticos que le llevaron al banquillo con Solari.
Tal desbarajuste táctico tuvo su castigo. La Real, simplemente con estar bien organizada y con diez jugadores sobre el campo que sabían lo que tenían que hacer y cómo hacerlo, le dio la vuelta al partido. Por el camino, Vallejo, en una acción poco racional, cambió un gol por un penalti y expulsión. El penalti lo detuvo Courtois, pero Vallejo dejó al Madrid con diez durante 60 minutos.
Zizou, en una de esas decisiones tan peculiares de estos once últimos partidos, había decidido viajar a San Sebastian con solo cuatro defensas en la convocatoria. Es cierto que Ramos, Odriozola y Reguilón están lesionados y que Varane sufre molestias, pero el Castilla jugaba ante el Rápido de Bouzas, cuarto clasificado por la cola en su grupo, e igual no hubiese sido mala idea llevar a un defensa canterano por si pasaba algo.
El francés recompuso el equipo con un 4-4-1 bajando a Casemiro a la posición de central; su medio campo quedó formado por Kroos, Isco, Brahim y Asensio, con Benzema en punta para fijar a la defensa jugando un 11×10.El Madrid ya había perdido el control del juego hacía mucho, así que el partido pedía desgaste físico. Sin embargo, solo con leer los nombres ya sabíamos lo que iba a pasar y pasó. Pese a tres paradones de Courtois llegó el 3-1 con Marcelo de protagonista. El Madrid se partía en cada jugada, unos más que otros intentaban hacer cosas, pero como ante el Villarreal, sin un plan, sin una idea. La Real se llevó el partido con un más que merecido 3-1 , sin hacer nada del otro mundo , simplemente con jugar un partido serio y con dos juveniles en el once titular.
El Madrid no se juega ya nada y seguro que ese futuro del que habla Simone de Beauvor vendrá de la mano de Hazard, Pogba, Jovic o Eriksen, pero hoy de nuevo surgió la gran pregunta: ¿Qué hacen durante los cinco entrenamientos semanales ? Porque el francés lleva ya dos meses de entrenador… ¿qué hacen ?, ¿ hay algún trabajo táctico?, ¿ hay charla técnica?… Tal vez alguien debería recordar a Zidane que el año que viene van a venir cuatro, cinco, seis o siete jugadores nuevos, pero que 16 o 17 seguirán siendo de la plantilla e ir adelantando algo de trabajo no vendría mal.
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