Los expatriados en los países árabes viven en una burbuja apartados, es como la época de las colonias con las residencias para los occidentales y el pueblo nativo a parte.
Además están contratando a jugadores con la vida resuelta y con cobrar unos meses o un año ya han cobrado más que muchos años de su carrera: aguantan lo justo.
Y los árabes no tienen problema en pagar el sueldo y echar a un jugador extranjero para que otro ocupe su plaza.
Pero con el aumento de 8 a 10 plazas de extranjeros por equipo los dejarán en el banquillo y les harán la vida imposible para que se vayan renunciando al dinero.