El 1-0 con el que se saldó el partido no refleja, ni de lejos, la superioridad mostrada por Chile en el Estadio Nacional de Santiago. Los hombres de Marcelo Bielsa, el técnico argentino que dirige al combinado chileno, fueron superiores en todos los aspectos del juego y si algo merecieron fue una victoria aún más abultada dada la impasividad de la albiceleste, donde sólo Diego Milito, Agüero y Messi dieron la cara sin estar, por otro lado, tan inspirados como en otras ocasiones.
Esta vez, para disgusto de Basile, las individualidades no fueron suficientes para lograr una victoria que se decantó del lado chileno, donde ni la marcha de Mark González en el primer cuarto de hora (tras un tremendo cabezazo con Burdisso) significó la pérdida de ritmo y mordiente.
Tanto fue así que su relevo, Droguett, nada más saltar al terreno de juego, empezó a atemorizar la meta argentina si bien el tanto de la noche fue obra de Orellana tras aprovechar, en el 33, un pase de Medel.
Su gol fue el único que, finalmente, anotaría una selección chilena que, en la segunda mitad del encuentro, gozó de varias ocasiones más obra del propio Orellana, Suazo y Droguett.
El seleccionado argentino de fútbol fue una sombra en el Estadio Nacional de Santiago y Chile consiguió un resultado histórico al ganarle 1-0 y lograr su primer éxito ante el equipo albiceleste en una eliminatoria mundialista, y el primero en los últimos 35 años.
El conjunto de Alfio Basile no tuvo respuestas en ofensiva, sobre todo en el segundo tiempo, y el mediocampo fue desbordado por un compacto e inteligente equipo de Marcelo Bielsa, que mereció una diferencia mayor.
El gol del triunfo trasandino lo marcó Fabian Orellana en la primera parte y aunque el partido se resolvió por la mínima diferencia, los locales, que desperdiciaron varias chances de gol, fueron los justos ganadores.
Chile, impulsado por la multitud que colmó el Estadio Nacional, tomó la iniciativa y, fiel al estilo de su entrenador, eligió explotar las espaldas de los laterales Javier Zanetti y Gabriel Heinze, quienes se pararon casi en la mitad de la cancha para ayudar al desbordado mediocampo albiceleste.
El mejor de la zona media argentina fue Cristian Ledesma, quien robó y colaboró en ataque ante la intrascendencia de Lionel Messi, quien apareció en cuentagotas.
El local dominó a voluntad y el partido se jugó casi siempre en campo argentino. Suazo y Fernández fueron los protagonistas estelares de la noche.
Argentina no tuvo respuestas ni físicas ni futbolísticas y tampoco las encontró con los ingresos de Gonzalo Bergessio y José Sand.
El equipo de Basile, que volvió a dejar muchas dudas en todas sus líneas y deberá mejorar si no quiere complicar su clasificación para Sudáfrica 2010.
