También son situaciones diferentes, porque la prensa de allí no es ni por asomo igual que la de aquí. Aquí intentan controlar el club, allí apoyan al club y tiran mierda hacia aquí.Dientesdesable escribió:Cuando Puyol ha estado en el Banquillo..............
¿Se ha montado la verbena que se ha montado aquí?
Ahí está la diferencia entre Puyol y Casillas. Entre un Capitán y un mingafría y presunto topo de la prensa.
Empiezo a estar hasta la bola del Cantadillas.
Ya no tengo ningún tipo de reparos, hay que echarlo.
iker no sale , no pega gritos , NO GENERA CONFIANZA , lo que hace recular a la defensa y que este acojonada en cada balon pq no sale ni un p.vezLass escribió:Culpar a Iker de lo de ayer es no querer ver la realidad. Están TODOS de pena, no se salva ni uno.
2 o 3 de los 4 goles son consecuencia de no dominar su área pequeña y pisar la línea de gol casi cada jugada de peligro que pasa cerca del área pequeña. ¿Dónde se esconden los que insultaban a Mou creyendo la trolas rencorosas de Puercaño, Lamama y demás puercodistas tan en deuda con Iker?Lass escribió:Culpar a Iker de lo de ayer es no querer ver la realidad. Están TODOS de pena, no se salva ni uno.
Venga ya hombre, la culpa de las cagadas de Ramos y de la inoperancia de Marcelo y Arbeloa son también de Ikerj30madr escribió:iker no sale , no pega gritos , NO GENERA CONFIANZA , lo que hace recular a la defensa y que este acojonada en cada balon pq no sale ni un p.vezLass escribió:Culpar a Iker de lo de ayer es no querer ver la realidad. Están TODOS de pena, no se salva ni uno.
y con los pies es lamentable , crea ansiedad en la defensa
Pues no puede tardar mucho. La situación es ya insostenible. Lo que diga Florentino dará igual cuando todo el Bernabeu le pite. Esperemos no tener que llegar a eso.MVC9 escribió:Para cuando su salida del equipo titular?? Si Xabi hubiera hablado....
Hoy voy a jugar yo a periodista. Sí, hoy voy a hacer eso que tanto critico. Una pequeña licencia de hipocresía a años luz de lo que acostumbramos a leer a diario en el periogolfismo ilustrado. Cuánta gloria poder permitirme la manida frase de ‘según mis fuentes’ para proceder a mi antojo, contando con pelos y señales lo que ‘alguien’ me ha soltado. Abro una Estrella Galicia y procedo sin miramientos y al que no le guste… Hemoal.
Lo que os cuento es un resumen de varias conversaciones privadas con dos personas de mi total confianza y una tercera que corrobora cada detalle de lo que los anteriores me habían relatado. Fuentes de agua potable, limpias y cristalinas que evidentemente no permiten que revele su identidad y a las que les une una misma sensación de impotencia por no poder hacer público lo que ellos saben. Dos de ellos por vinculación directa con elementos del vestuario madridista y la tercera por ser un periodista por todos conocido, condicionado y censurado por la línea editorial del medio para el que trabaja. Acojonante. El periodismo no existe, que lo sepáis.
¿Puede sorprenderle a alguien que afirme que el vestuario es desde hace tiempo algo parecido a un polvorín? Imagino que no. Nuestra plantilla es un complejo hábitat de intereses contrapuestos: representantes, marcas deportivas, contratos publicitarios, nóminas, celos deportivos, celos económicos y celos personales. Algo que sucede en el resto de vestuarios de equipos profesionales de fútbol pero que evidentemente tres cojones nos importan.
Las altas estancias del club habían decidido solucionar de manera tajante, para esta nueva temporada, el problema de los porteros, prescindiendo tanto de Casillas como de Diego López. La continuidad de cualquiera de los dos hubiera supuesto seguir alimentando el enfrentamiento contínuo entre partidarios de ambos. Eso se cocinaba en la planta noble de Concha Espina mucho antes de la décima. La nefasta actuación del todavía capitán en el partido más importante del Real Madrid de los últimos años no hizo más que cargarlos de razones. El cuerpo técnico por su parte sabemos todos lo que opinaba al respecto. Vecchi nunca tuvo dudas: Diego era para su gusto mejor portero que Casillas y entrenaba doscientas veces mejor que él (como sigue ahora pasando con Keylor Navas). Ancelotti hace ahora un año, tuvo los “relaños” de darle la merecida titularidad a Diego, aunque posteriormente procediera con su primera bajada de pantalones cediendo a la presión de determinados elementos del club, del casillismo histérico y de la práctica totalidad de la prensa para concederle Copa y Champions al protegido Casillas. El pacificador en estado puro.
Con lo que no se contaba es con las desastrosas actuaciones de Casillas en la final de Lisboa y en el Mundial de Brasil, de las que obviamente fueron testigos en el mundo entero. Y a ese punto nos encontramos con un portero de 33 años en evidente decadencia y que cobra alrededor de 9 millones netos anuales, inasumibles para la inmensa mayoría de clubs. Este verano el Madrid habló con Kiko Casilla y el Espanyol con la clara intención de que fuera uno de los dos porteros a incorporar, pero la mesa empezó a cojear de la pata de Iker cuando el portero fue consciente de que ningún equipo iba a pagarle lo que pretendía.
casillas
En un principio Casillas había tomado la decisión de marcharse este verano del Madrid, pero nunca estuvo dispuesto a ceder ni un euro en el tema económico. No obstante se especula con ciertas dificultades financieras derivadas de inversiones erradas sugeridas por parte de la rama familiar de su pareja y lacerantes problemas con sus propios padres a quienes se vio obligado a indemnizar con el 40% de los activos de la sociedad que compartían, estimados en unos 13 millones de euros y varios pisos (según publicó en su día La Vanguardia). Además se vio obligado a incrementar el pago a Hacienda en otros 2 millones por diferencias en el modo de aplicar el tratamiento fiscal de determinados ingresos. El planteamiento de Casillas a los directivos del club fue el de marcharse pero percibiendo una “indemnización” por los años que le quedan de contrato, una cantidad que estaría entre los 30 y los 40 millones de euros. No dejó escapar la oportunidad de recordar que en el pasado se obró de manera similar con otros jugadores emblemáticos.
Acabado el mundial al Madrid le ofrecen la oportunidad de firmar a uno de los mejores porteros del mundo, Keylor Navas, tras su gran actuación en Brasil, y se le apremia ante el interés de otros clubs importantes del panorama europeo. Sin saber evaluar si su contratación “empuja” más a Casillas o a Diego lejos del Bernabéu, se realiza una compra acertada a todas luces del que seguramente será el portero titular en los próximos años del Real Madrid. Sin embargo el problema se hace mayúsculo por la posición preponderante de Casillas, con ese contrato vitalicio legado del fullero ex presidente Ramón Calderón, y el club, tras analizar diferentes soluciones, se “acojona” literalmente y desecha la opción de presionar para forzar la marcha de Casillas por tres razones: en primer lugar por el montante económico de la operación para que el jugador se vaya a defender la camiseta de otro equipo; segundo por miedo a la reacción del colectivo “casillista” cada vez más radicalizado en la defensa de su ídolo; y tercero por la presión de la prensa, ese órgano de poder que tanto gusta de imponer sus criterios y remover sus zarpas en los intestinos del mejor club del mundo. Es cuando se descarta la incorporación para este año de Kiko Casilla y se etiqueta a Diego López (que sí tenía ofertas) para salir del equipo. Diego aguanta las presiones del club todo lo que puede hasta que, hastiado y decepcionado, acepta de mala gana irse al Milan y renunciar a triunfar en el club que tanto ama tal y como se había ganado a pulso sobre el terreno de juego. Aquí es donde deberíamos analizar el papel de Ancelotti y Vecchi que, desde que llegaron al Madrid, consideraron a Diego como el mejor portero pero que al final permitieron o accedieron a que fuera el descartado de los tres que entrenaban en pretemporada.
Xabi y Diego
Este trato inmerecido y la forma de proceder con Diego López han hecho mucha “pupa” en el vestuario madridista. Varios jugadores se encuentran dolidos con los dirigentes del club por el trato al portero gallego y también se muestran molestos con Casillas porque entienden que no ha jugado limpio con su compañero de vestuario para conseguir el puesto bajo los palos, demandando ayuda entre sus numerosos amigos periodistas en una campaña de hostigamiento bochornosa de la que todos hemos sido testigos; sólo comparable a la que sufrió Mourinho. Hay jugadores sin embargo que se han acercado al círculo de Casillas por diferentes razones, como Cristiano o Coentrao, aparte evidentemente de Pepe, abriendo aún más la brecha entre ambos bandos. Otro tercer grupo más amplio de jugadores al margen de estas situaciones como Bale, Varane o Modrić simplemente “alucinan en colores” con todo lo que está pasando.
Aparte de esa división ocasionada por el inmerecido trato a Diego López, otros asuntos han creado malestar en el vestuario blanco, como el tema Di María. Algunos jugadores entienden que el club ha procedido de manera intransigente con un jugador que merecía incrementar notablemente sus honorarios por su rendimiento y al que le han negado lo que sí se le han otorgado a jugadores con menor mérito como Benzemá o de nueva incorporación como James. Para colmo el mal rollo se ha extendido a las mujeres de algunos jugadores, hasta el punto de que alguna de ellas no ha querido acudir a un acto oficial del club al que estaban invitadas en la celebración de la décima.
Este clima ha ocasionado una enorme tensión entre varios jugadores que ni se saludan y se evitan hasta para no coincidir en los rondos, en el gimnasio o en las comidas y ha provocado roces y broncas importantes en el vestuario. La más sonada acabó a empujones, con insultos de todos los colores y alguna marca en el brazo de un miembro del staff que medió en el altercado.
Son varios los jugadores que se han venido encontrando incómodos desde hace un año, situados en el punto de mira de la prensa por su afinidad en el pasado a cierto entrenador portugués, por la división del vestuario con el asunto Casillas y por algunas de las decisiones tomadas por la junta directiva. La más hiriente la vergonzante manera de desprenderse de Diego López, amigo personal de alguno de ellos. Esto acaba con Xabi Alonso camino de Alemania. Con casi 33 años lo último que le apetece al tolosarra es aguantar estos malos rollos y con la práctica totalidad de la prensa con el cuchillo entre los dientes deseando que cometa errores en cada partido. Nunca ha habido razones económicas ni deportivas sino más bien un “ahí os quedáis que yo esto ya no lo aguanto”. Una vez tomada la decisión de marcharse para mi se equivoca al elegir equipo, al decantarse por un rival directo. En ese aspecto opta egoístamente por dedicarle sus últimos años a un equipo que le ofrece muchas posibilidades de ser campeón de la Champions con tres equipos diferentes, tras Liverpool y Real Madrid. Se entiende porque seguramente todos lo hubiéramos hecho en su lugar, pero en ese sentido nos sangran los ojos a todos los madridistas tener que verle con la camiseta blaugrana del Bayern.
El próximo en la rampa de salida es Arbeloa, como todos podemos suponer. Es el último elemento discordante herencia del Mouriñismo y en caso de confirmarse el interés de algún equipo de la premier, optará por dejar el Madrid y particularmente no me extraña porque yo en su lugar haría lo mismo. La prensa deportiva nacional, salvo contadísimas excepciones, está deseando que la pifie en cada jugada para tirarse a su yugular. Normalmente los buitres esperan que las piezas queden moribundas para devorarlas, pero esta especie, la de los periobuitres deportivos, lo quieren despedazar vivito y coleando, como hicieron en su día con Mourinho. Álvaro está herido de muerte en el Real Madrid y a pesar del amor que siente por estos colores, su situación sólo puede ir a peor.
Arbeloa atacado
Y para acabar un repaso al equipo técnico con la admiración y agradecimiento que guardo a quienes consiguieron que llorara de alegría hace tres meses en Lisboa. Es difícil mantener el respeto de futbolistas profesionales que son testigos de la diferencia de trato por parte del club y del entrenador dependiendo del futbolista del que estemos hablando. Los jugadores han sido testigos de lo que ha sucedido con Diego López y contemplan a pié de campo los entrenos de unos y de otros y algunos esperan que el esfuerzo se refleje en las alineaciones para que jueguen los que más trabajan y los que mayor rendimiento estén ofreciendo al equipo, se llamen Karim, Gareth o Perico el de los palotes.
Hay jugadores que bromean entre ellos por Whatsapp con los mismos videos que nosotros retuiteamos enardecidos, salvo que a ellos no les sorprende porque lo viven a diario y ya todos saben en Valdebebas quiénes pisan el gimnasio y quiénes saltan mejor o peor la cuerda. Parte de los que creían en la meritocracia ya lucen otros colores o están a punto de cambiarlos, pero otros muchos desean lo mismo. Y quizás esa sea la mayor de las razones por las que Carletto es tan reticente a hacer más fichajes. Le condicionan en demasía los suplentes. Le acojona mirar al banquillo y ver tres o cuatro jugadorazos poniéndole mala cara porque no están jugando. Yo preferiría un Carletto impávido que colocara las piezas sobre el tablero sin dejarse influir por presiones mediáticas, ni merchandisings, ni “leyendas” de ningún tipo. Un Carletto que no decepcionara a Julio César que decía hace más de dos mil años aquello de que “Los cobardes agonizan muchas veces antes de morir. Los valientes ni se enteran de su muerte”.