zam escribió:El tema es que no tenemos una idea de fútbol. Tropomil veces hemos dicho ya que parece que los medios son para una cosa y los puntas para otra.
El modelo "believer VS hater" lo ha infectado todo. Antes sólo afectaba a los que estaban a favor o en contra de un jugador determinado, luego se extendió a la edad o la nacionalidad de los jugadores: "Elchavales VS Vacas Sagradas", y finalmente acabó alcanzando a las distintas líneas del equipo: "centrocampistas VS delanteros".
Es todo un enorme disparate. Los jugadores horizontales son tan necesarios como los verticales, tan importante es el que crea la jugada como el que la define, tan necesario el que asegura la transición del balón como el que ejecuta la ruptura.
Es cierto que la imposición táctica de tener un superfigura jugando de extremo izquierdo ha desequilibrado por completo el sistema. Cristiano goza en la banda de las mismas "exenciones laborales" que un 9, más incluso, porque hay nueves que se fajan presionando la salida de balón. De manera que ahí ya tienes un primer desequilibrio cuyo peso recae sobre el interior izquierdo del equipo, que además tiene que asumir las coberturas de Marcelo a quien se le asigna una función ofensiva constante.
Pero si Cristiano goza en la banda de los privilegios propios de un 9, el 9 que tenemos también goza de ellos, y además a este ni si quiera se le impone la exigencia del gol, como a cualquier 9 que se precie, ni mucho menos la exigencia de presionar la salida de balón. Ya son dos exentos en la recuperación donde otros equipos tienen uno o ninguno.
A partir de ahí, da igual si metes a Bale en un 4-3-3 o a Isco en un rombo. El sistema está viciado. Un 4-3-3 sin presión arriba y con un extremo que no bascula, está cojo, destroza al extremo contrario que no puede ser al mismo tiempo extremo y formar línea de cuatro en la media. Y en un rombo, el enganche puede colaborar en la presión, pero lo que no puede es ayudar en ambas bandas, de manera que, sin doble pivote, al final son tres futbolistas los que se han de repartir el ancho de campo, y si los interiores tienen que ayudar a los laterales, la línea de tres se queda muy escorada o muy abierta. Te siguen faltando un futbolista que ensanche esa línea.
En definitiva, el debate sobre lo mucho que curran nuestros centrocampistas tiene algo de base en función de ese peaje táctico que introduce la figura de Cristiano. Pero es más un debate reivindicativo de lo que corren A, B y C frente a lo que corren D y E. En el hipotético caso de que D y E corrieran una barbaridad, A, B y C deberían seguir corriendo lo mismo. En ningún equipo se dice, "joder es que nuestros centrocampistas se matan a presionar, los pobres". Hostia, que eso es lo normal, que lo que no es normal es lo del duo Cristiano-Karim, nadie mantiene a dos tíos en jarras durante la mitad del partido y sobrevive para contarlo. Lo que ha ocurrido en el Madrid estos años ha sido realmente épico.