Bueno partido que se pone de cara pronto ante un Mallorca con bajas que aún así ha querido jugar al fútbol.
El Madrid juega a calzón quitado y si el rival entra al trapo, se lleva un sopapo. Estamos de cara gol finísimos, con muchos participando. Y dos factores: los jóvenes creciendo exponencialmente y los "muertos" resucitando.
Carlo ha conseguido, no sé si con la simple presencia de un míster nuevo, implicar a casi todos.