Cero críticas a Rudiger cuando el desbarajuste defensivo viene por él como en el gol del empate del Villarreal: se queda mirando sin recuperar su sitio en el centro de la defensa y deja vendido a Nacho.
Que se le agradece el esfuerzo porque juega como si fuese a morir esa misma noche, pero eso es todo. Ni colocación, ni talento, ni dos dedos de frente.
Muchos hemos visto las dos etapas de Rudiger. La de zoquete y tronco que hubiese acabado en el Galataray de turno, y la de mariscal que le valió un retiro dorado en el Real Madrid.
De momento está a medias entre ambas y tampoco es que tenga mucha continuidad. Ya además, queda fuera de su selección.
Era una moneda al aire por un chico que tuvo años muy malos y años destacados donde no sabías qué te ibas encontrar si lo traías.
Ser central en el Real Madrid es la tarea más complicada que puede haber en el fútbol. Es una trituradora de buenos futbolistas.
Rüdiger no es el gran central que se desearía pero me parece más que válido para ser tercer central de los que juegan 30 partidos al año. Es decir, trascendental. Está integradísimo en el club y la ciudad y me da la sensación que no tiene ningún problema siendo suplente.
Es que Rudiger nunca fue gran cosa, su "explosión" como jugador fue el año pasado, con 30 tacos casi en un Chelsea que tiene la línea de defensa en el centro del campo y en una liga como la premier que se defiende lo justo. En el Chelsea parecía un libero
Hay dos cosas en esta vida que preferiría no tener que ver nunca: un desnudo integral de Cristina Almeida y un Rüdiger VS Haaland. Y una de ellas está cada vez más cerca.