Leyendo el juego y anticipándose Andrea rebaña muchos balones, no sólo dispensa lujo desplazando largo el balón -resorte prominente de Xabi- sino que en corto protege y absorbe hacia dentro al equipo rival, tal como Ibra en zona del 10. Entre Andrea y Zlatan, constantemente el rival tendría ante sí una disyuntiva desbocada. Si no comprimen y dejan espacios entre líneas, Pirlo enseguida sirve asistencias por el centro que plantan a Ibra en la frontal del área, desde donde cualquiera de los 3 puntas pueden sorprender al portero; si bien constriñen la salida interior, la calidad asistencial de Pirlo y Modric, además del superlativo juego de espaldas tan propio de Ibra, desgajaría la columna del rival vía bandas desde donde CR7 y Bale encontrarían espacios constantes.
Pirlo es lo idóneo mientras Illarra se ensambla durante 2 años, Ibra es la transición perfecta hacia Jese y Morata en orden a la titularidad constante.
