La cualidad que tiene Asensio, que es la de encontrar portería como la encontró hoy -en partidos especialmente cerrados-, la tienen pocos futbolistas, y esto hay que saber valorarlo. Bien es cierto que la regularidad perdida de cara a portería es algo que le aleja de las piezas importantes que un equipo como el Real Madrid debe tener, pues a falta de esa determinación de cara al gol, hay que aportar más cosas al ataque del Real Madrid, más producción y más aparición.
Dicho esto, el detalle de quitarse la camiseta para celebrarlo es más significativo de lo que parece: por un lado, él debía ser referencia de este equipo Sub-23 tal y como es en la creación de juego Pedri, y no lo es, por eso marcar un gol importante le hizo exaltarse en exceso pensando que lo es, y no vamos a negar que es un gol importantísimo, de medalla, un gol que no marcó ni Mir ni Oyarzabal, y mira que hoy tuvieron ocasiones. Pero en el fútbol moderno, una amarilla celebrando un gol es un hecho muy poco inteligente, nadie dice que en una jugada posterior tenga que hacer falta siendo el último hombre y se lleve una segunda amarilla que le deje sin final. Los jugadores modernos, y sobre todo los jóvenes, y con más motivo aquellos que están en proceso de o dar un salto o estancarse, como es el caso de Asensio, deberían cuidar esos detalles, pues lo conseguido con su buen hacer no serviría de nada con mala cabeza.