Capa escribió:Para mí un control de Zidane, una roulette , o cualquier gesto técnico dentro de su enorme variedad valía igual o más que un gol.
Jugador sobrevalorado jamás.
El juego de Zidane era pura belleza. Parecía que el tiempo pasaba más lento en su cabeza y le daba tiempo a hacer todo con aparente calma mientras los rivales corrían como pollos sin cabeza. Su forma de conducir el balón, sus engaños lentos, sus giros, sus cambios suaves de ritmo... Zidane era el Fred Astaire del fútbol.
Ahora, eficiente tampoco era. No tenía ni mucho menos la presencia decesiva de un Mensi, un Cristiano o un Ronaldinho, lo suyo era más cadencioso, aparecía o no, era un poco como su carácter, las cosas pasan cuando pasan, sin prisa, sin nervios, sin que le vaya a uno la vida en ello.