Lass escribió: ↑Mié Jun 26, 2024 3:56 pm
Hay que ser justos. Vino a un Madrid que llevaba cayendo en octavos 6 años seguidos y haciendo el ridículo en varias ocasiones.
Es injusto decir que no fue el causante de crear una base competitiva con la que trabajar.
El odio que todavía hoy genera Mourinho a todos los antimadridistas y a los pseudomadridistas admiradores de la amistad Topo-Jardinero no es futbolístico. Es ideológico.
No soportan que quitara al Negreiras el poder celebrar una Champions en el Bernabéu, eliminándolos un partido antes contra todo y todos. El Barcelona ya nunca fue el mismo después de aquello. Les introdujo el gusano de la duda y empezaron a creer menos en sí mismos y en los árbitros comprados y a gastar en plantilla lo que no tenían.
No perdonan que con Mou se rompiera el bonito idilio entre jugadores de "La Roja" , todos prosternados de hinojos ante el estilo Negreiras y que no admitía otra dominación que la Negreiras.
No olvidan que José Mourinho no era simpático con quien no quería ser simpático, no era bienqueda, era católico y de derechas y no quería futbolistas, quería soldados que murieran por el club, lo mismo que hacía él rompiéndose la cara con todos en su defensa a ultranza del club. Por eso lo quería -sí, lo quería y lo quiere- alguien tan alejado aparentemente en su manera de ser como Florentino Pèrez. Lo identificó enseguida cono uno de los nuestros, antes incluso de venir al Madrid.
Mou no dejaba prisioneros, pasaba por encima de las mafias del vestuario, era obsesivo en su trabajo, consiguió la Gloria y fracasó, y volvió a fracasar, creía en el esfuerzo y en la disciplina, no comía pipas. Limpió las sentinas podridas de la inercia que llevaba el club, terminó con el conformismo, despertó la rabia contra el poderoso enemigo y puso al Madrid en el camino.
Florentino lo sabe y no lo olvida. Para eterno crujir de dientes de antimadridistas disfrazados o por disfrazar. Ahora no es nadie, Mourinho, sólo está en la Historia. Fue muy grande y, sí, murió en la orilla en el Real Madrid. Pero qué orilla.