santiago90c escribió:hal2814 escribió:El que un jugador este acabado o ya no rinda a alto nivel puede ser tanto por naturaleza como por culpa del jugador... pero la verdad el que Kaká sea jugador del Madrid no es más que culpa de los aficionados, aqui en el foro practicamente todos lo pedimos (aunque aveces nos indignaramos porque no queria venir antes) y el madridismo en gral también lo pidio.
Ahora veo que si Kaká triunfa bien por el club, otra medallita para Florentino y alegrias para todos; si fracasa marcará un antes y un después para los aficionados, talvez aprendamos mejor antes de estar pidiendo cracks renombrados solo por capricho.
Ya nos cumplieron la exigencia, talvez fue este presidente quien lo ficho, pero con este jugador no le puedo hechar la culpa ni al presidente, ni al director deportivo, la prensa o a los agentes... nosotros lo pedimos incluso en las presentaciones de otros jugadores!!! y mirad que Lass para mi ahora es más jugador que él. Vamos a tener que tragarnos un mal rato si Kaká no responde.
Exacto, y así van (no me incluyo) y piden a muchos otros cracks sin ver las verdaderas necesidades del equipo.
La nebulosa rodea a Kaká
El brasileño no atraviesa por su mejor momento, mermado por una pubalgia, y su bajo rendimiento lo está acusando el Madrid. No está cuestionado pero hay un rumor creciente a su alrededor
JULIÁN ÁVILA | MADRID
En el Real Madrid hay parcelas incuestionables. Iconos blindados a la crítica. Reinos de taifas, en definitiva. El rendimiento de las estrellas no se puede calibrar cuando la cuenta de resultados se cimenta en el aprobado o se mueve en cotas más bajas. Está prohibido porque impera el valor catastral por encima del provecho sobre el césped.
Esta temporada, el Real Madrid se ha reforzado con Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema, Xabi Alonso, Arbeloa, Albiol, Granero y Garay. Clase alta y clase media. Y el tridente de ataque está siempre fuera de toda sospecha, independientemente de los resultados. De los tres, sólo Cristiano Ronaldo ha respondido afirmativamente. Y tanto Kaká como Benzema se mueven en otros terrenos. Protegidos bajo el paraguas de la intendencia, sobreviven al desgaste de la murmuración. Sobre todo el brasileño.
Kaká no está pasando por su mejor momento. Él lo ha reconocido públicamente: «No es sólo por la pubalgia, es por un desequilibrio muscular. Si no estás bien físicamente, es difícil dar un buen rendimiento». Un relato sensato y sincero que concuerda con lo visto hasta el momento.
Mejor versión ante el Barça
Indiscutiblemente, el Real Madrid ha mejorado con Kaká. Escoltando a los dos delanteros en la media punta, ha conjugado actuaciones meritorias con otras algo decepcionantes. Tirando de hemeroteca, sólo ha dado la talla de estrella en los primeros cuarenta y cinco minutos en el Camp Nou frente al Barcelona. Una buena referencia porque a los grandes jugadores se les espera en los escenarios complicados.
Lejos de esas pinceladas, las gotas de calidad se han ido transformando en sudores de incertidumbre. «Kaká no está bien. Se le nota bajo. Ya lo veréis», decía hace escasas semanas un hombre sesudo e importante en el Real Madrid. ¡Bingo! Desapareció del equipo a causa de una pubalgia. Cuatro partidos de reposo. Su lugar fue ocupado por Van der Vaart y, casualmente, el equipo jugó mejor salvo en la cita de Pamplona contra el Osasuna.
Volvió ante Mallorca y se vio que precisaba de ritmo después del largo parón. Repitió ante el Athletic y dejó similares sensaciones. Calidad le sobra a raudales. Ahora bien, necesita alcanzar el tono físico para rendir a tope. No es un problema de ahora pues en los dos últimos años con el Milan vivió una situación muy pareja. Renqueante, con problemas musculares, pero fino de puntería. En la temporada 07-08 marcó 15 goles en 30 partidos Liga y 3 en la «Champions»; y en la 08-09, 16 goles en 31 de Liga, pero no se estrenó en Europa. Su mejor año fue el 2007, donde recogió los galardones individuales del «FIFA Player», el Balón de Oro y FIFpro porque había ganado la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes.
Media de 13 goles en Italia
En Italia aseguran que el Milan dejó marchar a un Kaká agotado y exprimido. Un regalo de 65 millones de euros, en que tienen depositadas muchas esperanzas tanto la presidencia como la dirección deportiva. A punto de cumplir 28 años, está en el tramo de edad idóneo para un jugador. No tiene que demostrar nada, pero el Madrid espera mucho de él.
De momento, las cifras están ahí para contrastar. En la Liga italiana promedió 13 goles por temporada y en el club blanco acumula 3 -uno de penalti- cuando queda un encuentro para finalizar la primera vuelta. No se trata de un goleador, pero no tiene la puntería bien afinada, como quedó demostrado en San Mamés.
Kaká vive ahora en una especia de nebulosa. Trabaja como un espartano y no recoge frutos. En La Catedral acabó desesperado. Impotente. Su ejercicio de virtuosismo encomiable no sirvió de nada. Y quizás no fue sustituido porque el cartel de estrella pesa mucho, aunque Manuel Pellegrini ha dejado sobradas muestras de personalidad con otros jugadores. No está cuestionado, pero hay compañeros que están al acecho por si hay un hueco en el once.