LQDY escribió:Apostata escribió:¿Que en el fútbol moderno no existe la variable del agotamiento físico? ¿Que da lo mismo un tío que lleva 70 minutos corriendo con la máxima exigencia que uno que acaba de salir de calentar en la banda? ¿De qué coño han hecho a los futbolistas "modernos" para evitar en incremento progresivo de acidolactosis cada vez que esprintan? ¿cómo es que no sufren estrés muscular después de 70 minutos? ¿y el corazón se lo han puesto de titanio para mantener la capacidad aeróbica intacta después de más de una hora trabajando a altas pulsaciones? Increíble, ya podían aprender los mierdas de los atletas y de los ciclistas.
Me he perdido.
¿De quién estamos hablando?
¿70 min corriendo?
Está claro que, de benzemá, no.
Sí, te has perdido. No hablamos de Benzemá, hablamos de todos los futbolistas en general y de la diferencia física que hay entre un jugador cualquiera que lleva 70' en el campo y uno que acaba de saltar.
El fútbol es uno de los deportes más exigentes que existen. Es una sucesión continua de sprints, cambios de ritmos, carrera continua... y nunca sabes cuanto tiempo tienes de recuperación entre una carrera y otra porque no le vas a decir al rival: "espera, no corras ahora que me estoy recuperando". Y todo esto sin contar el estres muscular y de articulaciones de parar arrancar, girarte, golpear al balón, recibir entradas...
Los jugadores de fútbol llegan al límite de su esfuerzo en 90', no hay más que ver como acaban cuando tienen que jugar una prorroga. Un partido de fútbol jugado es tan duro que necesitas 3, 4 días de descanso y aún así el cansancio se acumula y lo pagas. Los tenistas, por ejemplo pueden jugar todos los días durante semanas, a veces repitiendo en dobles. Los jugadores de baloncesto pueden jugar campeonatos de 4 partidos en una semana, los ciclistas hacen etapas a diario, incluso los atletas de medio fondo y fondo (salvo los de maratón) pueden tener series con distancias de uno o dos días entre ellos.
En fútbol eso es imposible porque no hay un ritmo aeróbico al que tú te acoplas con picos de esfuerzo puntuales. La exigencia de esfuerzos anaeróbicos es constante e impredecible. Y por muy preparado que estés, la demanda de esfuerzo es extensible, y nunca puedes medir cuanto puedes correr para desbordar a un rival, evitar que te desborde, hacer un contrataque, realizar un balance defensivo, alcanzar un balón... el fútbol jugado con seriedad es un matahombres.