aepit escribió:
yo lo veo al revés, el talento es lo más importante de todo, el esfuerzo es algo que cualquiera puede hacer con voluntad y con un buen entrenador y entorno, es algo que se aprende, de echo Benzema lo ha aprendido estupendamente, pero el talento es algo con lo que se nace, se tiene o no se tiene, un jugador talentoso puede aprender casi cualquier cosa, como el caso de Benzema, es un superdotado técnicamente y casi que no tiene límites, Higuaín es un jugador con una mentalidad muy fuerte y es trabajador, y tiene talento, pero para mi no el suficiente para ser el titular del madrid, excepto cuando pilla una buena racha claro, pero las rachas no duran siempre y cuando se termina te queda un jugador que se sacrifica mucho, pero que sin gol es un jugador que pasa totalmente desapercibido como norma general, al contrario que Benzema, que sin estar en racha sigue siendo vital para el equipo, ya sea por sus asistencias, o por su conexión con sus compañeros, en especial con pilares como CR u Ozil.
Naturalmente, Aepit, a eso me refería antes con que tu puedes conseguir que Benzemá se esfuerce más, pero no puedes conseguir que Higuaín tenga más talento. Pero es que la voluntad a veces es escasa y "todas las cabezas no andan iguales". Hay jugadores a los que no les puedes inculcar una mentalidad agresiva, que son depresivos por naturaleza, que bajan los brazos o que simplemente se quedan "sin hambre de fútbol" a mitad de camino. Nos olvidamos que la mayoría llegan a la élite rondando los 20 añitos, con la cabeza llena de elogios y los bolsillos a reventar de dinero, no es fácil seguir siendo un guerrero cuando ya eres una estrella multimillonaria. Para mí hay una frase que se dijo de Raúl cuando tenía unos 28 o 29 años que resume lo que es la ambición y la voluntad por jugar al fútbol: "Raúl sigue jugando como si aún tuviera que pagar una hipoteca". Eso no es tan fácil de conseguir en un jugador.
A mí Raúl me recuerda la película de Gattaca, un tipo corriente que en una sociedad del futuro había sido descartado genéticamente para ser piloto de naves, , que era el desempeño que mayor prestigio social tenía en ese momento, y que sin embargo supera día a día a su hermano que era un muchacho sanote y fuerte que había sido catalogado como óptimo para llegar a ocupar este puesto. El caso es que un día el hermano sanote le pregunta que como siendo mucho más débil le podía ganar cuando eran jóvenes en unas carreras de natación que hacían los dos mar adentro, y el hermano aparentemente débil le responde simplemente: "¿sabes como lo conseguí?, porque jamás me guardé nada para el regreso". Esa rara especie de hombres que jamás se guardan nada para el regreso son los que a la postre acaban llegando más lejos.
Raúl y Gutiérrez en un día de playa:
[youtube]aHMVagJ-Ebo[/youtube]