jaizkibel escribió:El Ajax, como tantas otras veces, en vanguardia de muchas cosas.
El Ajax iguala las condiciones laborales de sus equipos masculino y femenino
El club holandés ha firmado un convenio para profesionalizar el futbol femenino
El Ajax femenino tendrá a partir de la próxima temporada un convenio colectivo para equiparar las condiciones laborales con las de la plantilla masculina. El actual director ejecutivo del club, Edwin van der Saar, ex-portero del equipo entre 1990 y 1999, ha firmado el acuerdo con el sindicato de jugadores ProProf. Este convenio representa el primer paso dado por un club de Holanda para profesionalizar a sus jugadoras. El nuevo convenio incluye, entre otras medidas, la garantía de un salario mínimo, días de vacaciones, pagos a la Seguridad Social y contribuciones en caso de lesiones que les impidan jugar a largo plazo. También podrán firmar contratos temporales sucesivos y registrarlos en la Asociación Nacional de Fútbol. En definitiva, unas medidas “que suponen un hito en la historia del fútbol femenino”, según afirmó Ko Andriessen,el director de ProProf. De igual manera y como hecho particular, se destaca que en caso de que alguna de las jugadoras quede embarazada, el contrato se le renovará automáticamente sin mayores inconvenientes, situación pocas veces presentada en el fútbol femenino de la actualidad. Daphne Koster, entrenadora del conjunto femenino, ha mostrado su satisfacción por la firma del pacto: “Con este acuerdo colectivo damos otro paso hacia el profesionalismo. Espero que otros clubes sigan nuestro ejemplo, hasta el momento solo firmábamos contratos por dos años y las jugadoras podían salir a mitad de temporada”.
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Cuidado con esas cosas que son muy cosméticas.
Un club puede igualar algunas condiciones básicas, los viajes, las dietas, los salarios mensuales. El chocolate del loro, vaya, pero que está muy bien.
Pero en el fútbol la pasta de verdad está en la ficha individual que cada jugador firma en el contrato. Ahí no hay igualdad posible porque tú no vas a pagar lo mismo a Cristiano que a Lucas Vázquez, así que no existe ningún límite ni por arriba ni por abajo de lo que va a cobrar un futbolista, sea varón, mujer o transgénero.
Las condiciones y la consideración de las jugadoras tiene que ser el máximo posible, al mismo nivel que los equipos de los equipos profesionales de basket o de fútbol. Ahora, no mareemos con la igualdad salarial porque en el fútbol eso es imposible y además no depende de la voluntad del club sino del mercado.
Al fútbol femenino hay que tratarlo como una oferta de espectáculo igual que al masculino, y dependiendo del interés y la calidad de ese espectáculo, se generarán mayores o menores ingresos para las jugadoras, exactamente igual que en el fútbol masculino. Lo que no puedes andar haciendo es compensar artificialmente los salarios, o no al menos de una forma significativa.
Los deportes femeninos que han triunfado económicamente son los que realmente han llegado a ofrecer un espectáculo interesante para el espectador. Las tenistas profesionales son millonarias porque generan ingresos millonarios por si mismas. La gente paga por verlas y los derechos de emisión y de publicidad alcanzan cifras millonarias. Y ese es el único camino.
En algunos deportes como el hockey o el piragüismo, los deportistas varones no ganan una mierda porque no suscitan el menor interés. Y los futbolistas varones de segunda B o de Tercera, tampoco ganan lo que gana una tenista o una corredora de 100 metros lisos. Y sin embargo entrenan todos los días y hacen el mismo trabajo que uno de primera.
En este tema hay que huir de los extremos. De las utopías igualitarias que no tienen en cuenta la imposibilidad de pagar a las jugadoras cantidades que no se generan, y de la cerrazón machista que se empeña en que si las chicas no tienen capacidad física para ganar a un equipo de tercera, nadie debería disfrutar viéndolas jugar al fútbol y pagar por ello.
El fútbol femenino no es una obra de caridad ni un campeonato de reinserción social para disminuidos. Es un espectáculo muy digno protagonizado por profesionales de mucha calidad que trabajan muy duro. Es muy entretenido y merece la pena verlo, de manera que la clave está en promocionarlo, televisarlo, apoyarlo y esperar que genere por si mismo ingresos suficientes para que las jugadoras vivan holgadamente de ello. Todo lo demás no serviría de nada, porque no hay dinero público para sostener una liga profesional de fútbol, ni está para eso, y los clubs no son ONG's para estar desviando fondos de una liga a otra.