FÚTBOL / LIGA BBVA
«Mi debilidad es Isco, la mejor mezcla de Zidane e Iniesta»
RUBÉN CAÑIZARES / GETAFE
Día 18/01/2015 - 10.50h
Entrevista a Quique Sánchez Flores, entrenador del Getafe
Diez años, un par de títulos europeos de tronío con el Atlético y muchas experiencias después, ha vuelto a la casilla de salida. En la campaña 04-05, inició su trayectoria profesional en los banquillos con el reto de mantener en Primera a un modesto conjunto del sur de Madrid neófito en la elite. Lo logró con suficiencia y desde entonces el peso de su rúbrica se ha mantenido intacto en Getafe. Quique Sánchez Flores (5 de febrero de 1969, Madrid), tras tres exóticas temporadas en los Emiratos Árabes, se pone de nuevo el mono de trabajo en el conjunto azulón, rival mañana de un Madrid (12.00 horas, Canal+ Liga), que llega al Coliseum malherido tras la eliminación copera.
-¿Cómo ha sido su vuelta?
-Fabulosa. Estoy muy contento. Tenía ganas de regresar a Europa y el Getafe ha cumplido mi deseo.
-¿En qué ha cambiado el club y Quique en estos diez años?
-En bastante cosas. El Getafe ya tiene un bagaje importante en Primera; ha llegado a jugar en Europa y codearse con los más grandes, como el Bayern Múnich; ha generado jugadores internacionales y hoy tiene que pelear por la salvación. Ha tocado bastantes palos y ha creado su propia historia. En mi caso, también ha habido una evolución en mi forma de entender el fútbol. Sigo manteniendo mi filosofía pero he ampliado aún más mis miras.
-Su primer Getafe quería jugar bien al fútbol, ¿también lo hará ahora?
-Sí, esa es la idea. Mi manera de entender el fútbol siempre fue tener un buen trato por el balón, proponer y ser atrevidos.
-¿Al Real Madrid se le puede ganar proponiendo?
-Tenemos que tener en cuenta las condiciones en las que afrontamos el partido. Apenas llevamos diez entrenamientos. Aún estamos conociendo a los jugadores, detectando en qué somos fuertes y en qué débiles. Todo esto condiciona el partido, pero no dude de que vamos a jugarles cara a cara, sin pensar que son Ligas diferentes.
-¿Es más peligroso jugar contra un Madrid herido por el K.O. en Copa?
-No estaría mal que el partido contra el Atlético les haya desviado la atención del nuestro y que a sus jugadores les cueste abrocharse las botas 72 horas después de tanto desgaste, pero es mejor pensar que vamos a jugar contra el mejor Madrid para que nosotros salgamos mentalizados de la dificultad que tendremos delante. Será un partido de máxima exigencia.
-¿Cómo se imagina el partido?
-Un encuentro donde habrá que cerrar espacios, evitar que corran y que desequilibren en las zonas de peligro. Tenemos que incidir en las zonas en las que queremos ser fuertes y pensar en cómo queremos atacar al Madrid porque el aspecto ofensivo es clave para poder tener opciones de ganar.
-¿Qué opina de su colega Ancelotti?
-Es un tipo muy preparado. Lo que más me gusta de él es que tiene un sentido táctico muy desarrollado que comparto totalmente: las características de un jugador no pueden condicionar un sistema. Él entiende que Isco puede jugar en el doble pivote o de interior, como yo pienso lo mismo con Sarabia, por ejemplo. Son los jugadores los que se deben adaptar al sistema.
-Si no me equivoco, está usted «enamorado» de Isco
-Junto a Hazard, es el jugador más creativo ahora mismo en Europa. Además, esta temporada ha hecho un esfuerzo admirable en cuanto a trabajo colectivo. Es mi debilidad del Madrid, la mejor mezcla que existe de Zidane e Iniesta. Tiene la habilidad de Andrés, el control de Zizou y la visión de juego de ambos.
-Otro madridista que le haga disfrutar debe de ser Carvajal...
-Sí, me recuerda mucho a mí. Julio César Iglesias me dijo una vez que era una mezcla entre Chendo y yo, y estoy totalmente de acuerdo. Es uno de los mejores laterales de Europa.
-¿Qué poso le ha dejado en su vida el Madrid?
-Yo iba con nueve años con mi abuelo a la antigua Ciudad Deportiva de plaza de Castilla y tengo unos recuerdos imborrables. El Madrid siempre fue un club muy amable y cariñoso con mi padre, que en paz descanse, conmigo y con mi familia, tanto en mi etapa de jugador como en la de entrenador. Admiro mucho al club. Mi corazón siempre tendrá un hueco para el Real Madrid.
