LQDY escribió:A ver,
Yo suelo ver al Real Madrid (y al rival de turno), pero no veo otro futbol femenino (salvo las semis y la final de la champions del año 2020, que las vi por ciertas circunstancias).
Lo que quiero decir es que no conozco, ni medio bien, el resto de nivel de las jugadoras de otros equipos.
Mi pregunta es, ¿Misa a qué nivel estaría entre las porteras de la liga y de Europa?
Porque no acabó de entender que se haya esperado tanto para renovarla
¿No está bien considerada en el club, es cosa de ella, buscamos otra portera?
Respecto a lo que preguntas, te dejo mis puntos de vista:
Misa es una de las mejores jugadoras jóvenes de la Liga Iberdrola. Y probablemente la mejor portera joven de esa Liga. Respecto a su comparación con porteras europeas... bueno, esa ya es otra historia. Es imposible decir a qué nivel estaría, porque en Europa hay grandísimas porteras y Misa no llega, al menos aún, al nivel de las Lindahl, Schult o Endler, que son tres de las mejores porteras del mundo. Para contestarte a la pregunta de la comparación con las mejores porteras de Europa, yo esperaría varios años, 3 ó 4 años, y entonces nos lo volvemos a preguntar. Porque las anteriores ya están en la cumbre y su recorrido lógico por edad es hacia abajo, mientras que el recorrido de Misa es hacia arriba. Ya veremos, porque también hay otras porteras jóvenes muy buenas por ahí.
Sobre lo de que no entiendes por qué todavía no se le ha renovado...
Hay una cosa que está por encima de lo que piense cada uno:
Las jugadoras que terminan contrato el 30 de junio, que creo que son exactamente trece jugadoras en el RM, a partir de ayer, pueden recibir ofertas y negociar, incluso firmar contratos válidos a partir del 1 de julio, desde ayer mismo.
Renovar antes del 1 de enero presenta al ventaja de que tienes a las jugadoras comprometidas ya y de alguna manera las tienes ya atadas a partir del 1 de julio próximo por las temporadas que se hayan acordado en la renovación de contrato.
No haberlas renovado el 1 de enero tiene la cosa de que tu oferta de renovación puede entrar en competencia con las posibles ofertas que reciba la jugadora de terceros clubes.
Y cuando pasa eso, lo normal es que a veces acepten la oferta de renovación del RM y otras veces acepten la oferta de contrato de terceros clubes. Ese es el riesgo que se corre: que a partir del 1 de enero entran en la puja terceros clubes y te puedes quedar sin la jugadora.
Personalmente creo que es un error no haber renovado el 1 de enero a las jugadoras que realmente interesen precisamente por eso: porque puedes entrar en una subasta indeseable de mejores ofertas con terceros clubes que, a la fuerza, te van a encarecer "el producto" porque probablemente tendrás que competir con ofertas de terceros. Además, entiendo que da igual desde el punto de vista económico renovar a una jugadora el 15 de diciembre que el 15 de febrero. La diferencia es, por un lado, económica, porque no tendrás que competir con otras ofertas, y de tranquilidad, porque si tienes a la jugadora renovada el 1 de enero, los terceros ya no entrarán en escena.
Lo que ocurre, y es una impresión muy particular, o sea, subjetiva, y, ojo, porque lo veo desde lejos, es que el RM da la sensación muchas veces de actuar como la antigua clase nobiliaria con sus lacayos y trabajadores. Su manera de pensar parece que es algo así como: "para vosotros debería ser un honor trabajar para la casa del marqués X y de alguna manera lo importante no es tanto la oferta que recibáis, sino el honor de trabajar para esta casa. Y las que no consideren eso un honor, ahí tienen la puerta y pueden irse a su casa o a buscar otro trabajo".
Es decir, para las jugadoras debería ser un honor estar en el RM. Y si escuchan ofertas de terceros o se muestran dubitativas, ahí está la puerta porque no serían dignas de estar en ese club.
Yo creo que esa manera de pensar es muy propia del siglo XIX, pero está superada en el siglo XXI. El glamour de trabajar para una casa nobiliaria (llevar una camiseta con el escudo del RM), puede hacer que brillen los ojos de algunas jugadoras, pero es que hay otras casas nobiliarias (otros clubes) que, quizá, sin tanto nombre de marca, ofrezcan a las jugadoras un proyecto deportivo y unas condiciones económicas que, primero, se hagan en tiempo adecuado y, segundo, sean superiores en ambos aspectos a la oferta deportiva y económica del RM, y decidan marcharse aceptando esas otras ofertas.
El caso de Asllani es singular y extraordinario, porque no es normal lo suyo, que parece que sólo le importa la querencia al club.
Yo le daría el puesto que actualmente ocupa Ana Rosell, en cuanto se jubile Asllani. Que, por cierto, entiende mucho más de fútbol femenino que doña Ana.
Como decía, el mundo ha cambiado mucho. Las clases nobiliarias están en decadencia, ya apenas importan a nadie, y no dejan de ser un nombre bonito de épocas pasadas, pero si quieres continuar en la cumbre tienes que moverta al son de los tiempos actuales. Y en los tiempos actuales manda el mercado (o sea, la oferta y la demanda). Pretender estar en la cumbre con recursos reducidos, como es el presupuesto del RM, y fiarlo todo al glamour de un escudo, es un error gravísimo.
En fin, es sólo una reflexión sobre el cómo veo yo esto de las renovaciones. Hasta ahora, el RM ha sido un club comprador. Se fijaba en las jugadoras jóvenes que terminaban contrato y las fichaba. O intentaba ficharlas. Pero ahora, además de ser supuestamente un club comprador, tiene que cuidar a las jugadoras de su plantilla que terminan contrato, cuidarlas de otros clubes compradores (españoles y extranjeros) que actúan exactamente igual que ha actuado hasta ahora el RM: fichan jugadoras que terminan contrato y tienen calidad. ¿Ha ajustado el RM su comportamiento a ese nuevo papel que le toca desempeñar o, por el contrario, continúa con su pensamiento decimonónico esperando que las jugadoras que terminan contrato rindan pleitesía al escudo?