El último partido de la temporada, o del año, como es el caso, muchas veces suele ser muy significativo de lo que es el equipo.
Y el comienzo de este partido lo está siendo. Hemos llegado tras tres meses de Xabi Alonso con un equipo nada trabajado. Pero es algo que venimos viendo partido a partido, no sorprende a nadie. Cuando el equipo está trabajado, llegado a estas fechas hacen su trabajo, se gana o empata, y de vacaciones. Pero cuando no lo está, se corre el riesgo de que los jugadores están pensando ya en las vacaciones de Navidad y hagan un último ridículo antes de irse a ellas.
Que jueguen en ataque Mbappe, Vinicius, Bellingham y Rodrygo juntos no hay por donde cogerlo. Especialmente si es un partido que necesitamos ganar. La transición ofensiva es inexistente, pues los rivales tapan a Guler y sus líneas de pase y lo tienen hecho. Si no presionan todos, no presiona nadie, porque no hay cultura de presión en bloque alto. Dan una carrera, no llegan, y se desentienden, y así no se hace ninguna presión efectiva. El público está apático. Los brasileños hacen un par de regates para llegar a línea de fondo, levantan los brazos para animar al público, pero no dan ningún argumento realmente plausible para recibir su apoyo.
Y esa es la historia de nuestro club cuando acomete etapas disfuncionales por malcriar a la plantilla.
Estoy pensando que podría pasar si se lesiona Mbappe.
Antes me aterraba y hoy en día me pregunto si quizás no sea mejor. Sí, en principio calamitoso pero quizás revoluciona algo? No lo se.