Dos amarillas por protestar.
Vale que Iago es de sangre caliente, pero el árbitro quería su cuota de protagonismo y dijo, me voy a cargar a dos del Celta de una tacada, así porque sí.
Porque lo de Ilaix tampoco era para roja, se ve claramente que toca balón, y luego toca rival que venía lanzado, pero vamos, dos rojas de risa, para que le metieran en la nevera una buena temporada al soplapollas ese.