racaso: Vida y Obra.
En primer lugar cuando uno habla de estos temas lo hace desde una perspectiva única y personal, no podía ser de otra forma, si alguien piensa de diferente forma me alegro por ella, pero a mí me viene dando igual, yo pienso así y lo seguiré haciendo aunque a alguien no le guste. La democracia es así os guste, o no.
En segundo lugar, definamos el fracaso, y para ello no nos queda otra que rezar la danza de la lluvia y viajar al mundo de las togas, cadenas y demás pleitesía que cubre de una gran capa de caspa a la Real Academia de la Lengua Española, un baño de humildad tampoco les vendría mal, pero ese es otro tema. Así pues, la R.A.E nos indica que fracaso es:
a) Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio.
b) Suceso lastimoso, inopinado y funesto.
c) Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento.
d) Disfunción brusca de un órgano.
Voy a obviar las tres últimas y detenerme en la primera: “Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio.” En mi vida podía estar más en desacuerdo con esta frase. A veces me pregunto quién elige a esta gente, por no llamarles cosas peores, ¿qué sabrán ellos?
Así nos va, si nos dicen lo que somos, ¿cómo vamos a ser lo que queremos?
¿Cómo puede ser un fracaso el intentarlo y caerse? ¿A quién le cabe eso en la cabeza?
Yo digo que NO. No podemos pensar que el intentarlo y fallar sea un fracaso, nunca, es más, debemos caer, retorcernos de dolor en nuestra caída y golpearnos; ¿por qué?, pues es sencillo, si aprendemos a caernos, aprenderemos a levantarnos más rápidamente. Con ello no quiero decir que haya que tirarse por una ventana, no; lo que digo es que debemos aprender qué existe un riesgo inherente con cada decisión que tomamos, pero debemos tomarla, no debemos tener miedo.
Entonces, ¿qué es para mí el fracaso? Fácil, no intentarlo, el levantarse por la ventana sin fuerzas, sin ganas, sin nada que decir ni que hacer. Eso es el fracaso. Si un día me levantara así entonces sí me sentiría un fracasado. No hay que desanimarse, el mundo gira y si aquí no nos quieren, cogeremos nuestros bártulos y viajaremos lejos, Pájaros de Portugal, como bien decía Sabina.
Estoy cansado de oír que la gente sin trabajo son fracasados -a veces de ellos mismos- cuándo muchos de ellos tienen más formación, más ganas, más inteligencia, más personalidad que el mundo que se la niega.
Por ello os invito a una reflexión:
“¿Hoy te levantas pensando que eres un fracasado?”
Si la respuesta es “sí”, empieza a cambiar de idea, porque no hay nada peor que pensar que se es algo que uno nunca podrá llegar a ser.
