Preciado se toca los genitales y tira una botella al autobús del Madrid
Manolo Preciado perdió los papeles por completo al final del partido y montó una escena lamentable para provocar a Mourinho. El técnico del Sporting no asimiló bien la derrota y protagonizó un triste incidente en el aparcamiento de El Molinón.
Cuando se dirigía a recoger su coche, coincidió con el autobús del Madrid, que estaba a punto de marcharse rumbo al aeropuerto. Fue en ese momento cuando Preciado, en tono desafiante, riéndose y gesticulando, se tocó los genitales, lanzó una botella contra el vehículo -que terminó impactando en una señora- e insultó a algunos de los integrantes de la expedición blanca.
En el autobús del Real Madrid no daban crédito a lo que estaban viendo. De hecho, se dio la orden de cerrar las puertas una vez que se percataron de que la situación podía volverse más violenta, para evitar males mayores. Mientras, algunos miembros del equipo de seguridad del estadio se acercaron hasta el técnico del Sporting para calmarle.
La versión de los hechos que dio Preciado en El partido de las 12 de la cadena Cope fue completamente distinta. El técnico del Sporting desvela que fue provocado por un miembro de la expedición del Real Madrid, al que no reconoció. Al parecer, la persona a la que se refiere el entrenador del Sporting es Rui Faria, preparador físico del Real Madrid. Según Preciado, cuando se disponía a abandonar las instalaciones de El Molinón, Faria descendió del autobús del Real Madrid y se dirigió a él al grito de: "¡A Segunda, a Segunda!".
El técnico reconoce que respondió a la provocación y que tuvo sus más y sus menos con la persona que se encaró con él. Además, Preciado metió en el ajo a Pardeza, director deportivo del Real Madrid, del que dijo que fue testigo de todo lo que ocurrió.
Pero el míster rojiblanco fue mucho más allá y no salvó de la quema al técnico del Real Madrid, con el que dijo que coincidió en la zona mixta del estadio. A Mourinho le acusó de hacerle un gesto con una mano levantando dos dedos en señal de victoria, aunque él también interpreta que pudo ser deseándole su descenso a Segunda división.