1) Mirar para otro lado y no protestar cuando nos joden.
2) Criticar, insultar y humillar a nuestros jugadores, entrenadores y presidentes, y más cuanto más ganen y más leyendas sean.
3) Reivindicar, añorar y sobrevalorar a todos aquellos que ya no están por haber fracasado, por haberse querido ir, por no estar listos, por no dar el nivel, por dinero...
4) Augurar un año tras otro la apocalíptica venida del nadaplete, la Milanización y que el entrenador de turno no se come el turrón.
Y 5) Tener especial cuidado de hacer algo siquiera parecido con nuestros rivales, especialemnte el Barcelona, al cual debemos respetar y del cual no nos podemos reír ni cuando le meten 8, ni cuando tienen que pedir un crédito para pagar las nóminas, porque nosotros, según estos madrdistas de bien, estamos igual o peor.
