Muchos otros jugadores de la selección
proceden del Barça y NO se comportan tan irrespetuosamente como el maleducado de Piqué.
No pude decir lo que le dé la gana. Tampoco lo hacen de los árbitros, para que no le caigan luego tropecientos partidos. Los jugadores, cuando quieren y les conviene, bien que se muerden la lengua. El espectador de este esperpento que acude al campo, el libre de pitarle (sin insultarle) si lo cree oportuno, que para eso paga su entrada.
Un jugador cobra para jugar, no para ganarse rédito político en su terruño hablando bien de sus paisanos, de su tierra, o de su idioma territorial, y
faltando al respeto al resto de españoles en cuanto tiene ocasión.
(Y es que le pitan cuando lleva la camiseta de la selección española...). Qué casualidad.
