Hay que matizar varias cosas, la principal, y suele pasar muchas veces a lo largo de los torneos que vamos incorporando selecciones como favoritas por su desempeño, pero yo tengo la manía de anotar los pronósticos de casas de apuestas y revistas especializadas y comparar luego los resultados finales.
Turquía no era favorita, pero ni de lejos, estaba en la décima (10ª) posición entre los favoritos, es decir, ni cuartos de final. Que evidentemente era infravaloada lo veía cualquiera (menos los expertos), pero aún así, no era favorita ni estaba al nivel de Serbia, Alemania (esa sí, segunda aparecía), Francia y Grecia.
La final está muy abierta, aunque creo que ganará Alemania, tiene mejor gestión de banquillo, el técnico turco Ataman es un fuera de serie pero puede perder los papeles en cualquier momento en una final tensa, el dominio de tempo y ritmo del partido lo marcará Dennis Schröder y luego tienes a Franz Wagner para meter los puntos que necesites cuándo quieras y cómo quieras. Alemania jugará rápido y buscando llegar a los 95-100 puntos que le daría la victoria. Es muy difícil bajar la puntuación alemana, me recuerda al Madrid de los mejores tiempos de Laso, que jugaba siempre a meterte cien puntos, y ya está.
Turquía en cambio es un equipo pausado, que se siente muy cómodo en el juego posicional, porque puede hacer casi todo con la estrella de los Houston Rockets, Alperen Şengün, de pivot, pick and roll, pop, aclarados, triangulaciones, descargas incluso segundas opciones porque es un reboteador excelso. Y luego tienes a Cedi Osman que te puede penetrar si le defiendes muy encima con su primer paso, o te puede meter un triple si le das un metro. Es la primera final de la selección turca fuera de su país, lo que demuestra que por fin han llegado, para quedarse, y con Şengün que tiene 23 años les espera años y éxitos.
Alemania 60% - Turquía 40%.
Para el tercer puesto y medalla de bronce, todo lo que no sea victoria de Grecia sería una sorpresa.