Un ultrasur del atlético
«Soy del Atlético, me gusta el Madrid y piso las gradas del Bernabéu. Al que no le guste ya sabe. Heil Hitler!». Jabois recogía varios mensajes del Twitter personal de El Niño que no dejaban lugar a dudas. El nuevo cabecilla de Ultras Sur también confiesa en Twitter que el fútbol «se la suda» y se queja de que empiece la Liga...
Nacido el nueve de diciembre de 1984, Antonio Menéndez El Niño fue soldado profesional, pero su compromiso con la patria iba más allá de las fuerzas armadas. Sólo su pasión por el culturismo eclipsaba su ideales políticos: el nacional socialismo. Su sueño, una España blanca, cristiana y nazi. Su hoja de antecedentes policiales es su mejor currículum: marzo de 2005 y diciembre de 2006: hurto; septiembre, octubre
y noviembre de 2009: lesiones, amenazas y desórdenes; mayo y julio de 2010: lesiones y estafa; marzo de 2013: tentativa de homicidio...
Sus orígenes están en el Atlético de Madrid, no lo ha ocultado, pero nunca ha sido un simple hincha. Antonio es un creyente. Su visión del nacional socialismo va mucho más allá de las gradas. Como ocurre con otros muchos jóvenes skinhead. Solo hay que echar un vistazo a la calavera de las SS tatuada en su pecho, o los tatuajes de Hitler y el águila imperial con la esvástica en su pierna izquierda. No oculta su ideología.
Cuando publiqué Diario de un skin, advertí que las mismas caras que yo encontraba en las gradas del estadio luego las reconocía en manifestaciones de partidos políticos de extrema derecha o en conciertos de música nazi. Afirmé que las gradas ultras eran utilizadas como escaparate político de grupos neonazis, y que el fútbol era un medio, no un fin.
Y así lo declaré, como testigo protegido de la Fiscalía, en el macrojuicio contra Hammerskin, celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid en 2009. Nadie me lo contó. Yo he sido testigo en la grada ultra del Bernabéu --y mi cámara oculta-- de cómo miembros nazis de Ultras Sur insultaban a jugadores del Madrid, de raza negra. Porque primero está la ideología política, y después el fútbol. Antonio El Niño, simplemente ha sido consecuente con este hecho.
El juicio contra Hammerskin --originado en la Operación Puñal (2003) del grupo de información de la Guardia Civil de Tres Cantos, y no en mi investigación-- se saldó con una sentencia inédita en Europa. Por primera vez un grupo nazi era ilegalizado como asociación ilícita. Mi testimonio en el juicio solo reafirmó la brillante investigación, escuchas telefónicas, seguimientos, identificaciones, etc., realizadas por los mismos guardias civiles que poco después, con la Operación Espada (2004), conseguirían ilegalizar también Blood & Honour, la otra macro organización skin nazi asentada en España. Muchos miembros de Ultras Sur pertenecían a Hammerskin, y tras su ilegalización, un grupo de jóvenes madrileños, con El Niño a la cabeza, fundaron un nuevo movimiento neonazi: Outlaw Madrid.
El nombre de la nueva hermandad: Outlaw (fuera de la ley) era un homenaje a los Hammerskin. Y ahí comenzó la leyenda de El Niño. Muchos skinhead madridistas que se vieron huérfanos de líderes tras la ilegalización de Hammerskin encontraron en Outlaw un nuevo hogar. No importaba a qué equipo animasen. Lo que importaba era compartir la ilusión y la esperanza en una España blanca y nacionalsocialista.
http://www.elmundo.es/cronica/2013/12/0 ... b456c.html