El Villarreal perdió una inmejorable ocasión de conseguir el liderato de Primera División al no pasar del empate ante el Almería en un encuentro en el que los visitantes tuvieron las ideas más claras que los locales.
A pesar de que en los últimos minutos el dominio territorial del Villarreal fue intenso, en el conjunto del partido, las fuerzas estuvieron parejas y el Almería nunca fue a remolque del aspirante a líder. El gol tempranero de Nihat quizá hizo pensar que el encuentro iba a ser fácil, pero el Almería, muy ordenado, sin ceder excesivo terreno y capaz de sufrir cuando, al final, no le quedó más remedio que defender, truncó el sueño del Villarreal de ser líder.
El Almería sin precauciones defensivas, salió más centrado en el partido y suyos fueron los diez primeros minutos de juego, hasta que en la primera ocasión local, en un contragolpe, un pase de Guille Franco a Nihat propició el primer gol del partido, en un balón que se coló entre las piernas de Cobeño.
El encuentro se niveló a partir del gol, pero el Villarreal se sentía más cómodo que su rival, con un tanto de ventaja y sin la necesidad de apretarle más de lo necesario. Poco más dio de sí el primer periodo, sin apenas ocasiones de gol ante ambas metas y que concluyó con un gol anulado a Uche por fuera de juego de dos de sus compañeros.
En el inicio del segundo tiempo, el Villarreal no fue capaz de hacerse con las riendas del encuentro, no se mostraba fluido en la transición y sus aproximaciones a la meta de Cobeño se produjeron siempre al contragolpe, como ocurrió en un remate de Nihat en el minuto 51. El Almería, no sólo tenía más posesión de balón, sino que supo aprovechar su primera ocasión para empatar el encuentro al rematar Negredo con la zurda un centro medido de Aitor López Rekarte.
El gol cambió el ritmo de juego del equipo local y le planteó al Villarreal la necesidad de llevar la iniciativa, mientras que el Almería mantuvo la misma tónica que hasta el gol y no se replegó para preservar la igualada.
El Almería con las ideas claras
Pasaban los minutos y el Almería daba la sensación de tener las ideas más claras que su oponente. Nunca le perdió la cara al partido ni se mostró conservador, mientras que el Villarreal no encontraba la forma de aproximarse a la meta de Cobeño.
El partido cambió radicalmente en su cuatro de hora final, cuando los tres cambios introducidos por Manuel Pellegrini hicieron que el Villarreal jugará a más velocidad y más cerca de la meta de Cobeño en pos del gol de la victoria. El Almería se vio encerrado en su parcela y no le quedó otra que luchar por mantener la igualada, en una fase del encuentro en la que al Villarreal no le quedaba otra que tratar de conseguir con casta y presión lo que no había logrado con fútbol hasta entonces.
El encuentro finalizó con una pequeña "tangana" entre ambos equipos, con el castigo para los locales de no dormir en la cabeza de la tabla y con el premio del empate para el Almería tras un encuentro serio y consistente.
