Ramón Martínez, el sheriff de La Fábrica
El aterrizaje de Zinedine Zidane como nuevo técnico del Castilla acelera el efecto dominó en la cantera del Real Madrid, activado estos últimos días con las decisiones adoptadas por Ramón Martínez, el jefe de todo lo que sucede en Valdebebas. Llevaba varias semanas diseñando el organigrama perfecto para La Fábrica y el dirigente ha colocado ya la pieza angular con el francés en el banquillo. En medio hay muchos cambios que han levantado ampollas en un sector de la familia blanca.
Las últimas semanas han sido intensas. Ramón Martínez ha despedido a Paco de Gracia, que era el encargado de captar a los nuevos talentos en las categorías inferiores. Después de 35 años trabajando para el Real Madrid se ve obligado a marcharse por no coincidir con “El Jefe”. Tampoco ha reconocido Ramón Martínez el buen hacer de Fernando Morientes al frente del juvenil B. El ex delantero se ha sentido ninguneado por Martínez que en una conversación le dio a entender que le mantenía por haber sido quien fue. Morientes, que ha rechazado ofertas de la Federación y de otros clubes por seguir en el Real Madrid, se ha visto en la necesidad de cerrar su taquilla y marcharse ante la nula promoción y las malas maneras de su superior.
La Ciudad Deportiva es el corralito de Ramón Martínez, pese a que no se le ve casi nunca a pie de campo. Todo lo controla desde el despacho. No habla en el terreno de juego con los entrenadores ni con los chavales. Siempre oculto tras los cristales, vigila todo lo que se mueve. El ordeno y mando de Ramón Martínez y la nada motivadora labor con los entrenadores le están convirtiendo en el hombre “malo” de la cantera blanca. Todos le temen mucho más que respetan. Desde su cueva hace y deshace a su antojo, sea bueno o menos beneficioso para el club que más jugadores le ha dado al fútbol nacional. “El Jefe” es intocable, además de por sus dos años de contrato, porque para el presidente es uno de sus protegidos. Todos saben lo que sucede, pero nadie levanta la voz y el que lo hace, no sigue.
Centrémonos ahora en lo que está sucediendo en La Fábrica con el descenso del Castilla y los nuevos movimientos. Los elevados sueldos de casi todos los jugadores del Castilla impedirán su salida a otros equipos si al final termina descendiendo a la Segunda B (ahora lo está pero hay equipos de Segunda que pueden perder la categoría por las deudas). Tampoco podrán continuar en el club jugadores del Real Madrid C si baja a Tercera porque será imposible mantener los emolumentos y porque aún no están preparados para jugar con el Castilla. La planificación de la pasada campaña fue un desastre, según cuentan desde dentro de Valdebebas, y las consecuencias están ahí.
Además, se avecinan más marchas a la de Morientes. Ahora mismo Manolo Díaz, entrenador del Castilla la pasada campaña, está sin equipo dentro de la cantera y no parece que lo vaya a tener. El entrenador del segundo equipo blanco, viendo que Ramón Martínez ni tan siquiera le recibe, está muy cerca de firmar por el Real Oviedo o la Ponferrradina y abandonar al Real Madrid. Ramis, entrenador del juvenil A y que lo ha ganado todo en sus 8 años en la cantera (el sábado en Cartagena jugará la final de la Copa contra el Sevilla), no sabe qué decisión tomarán con él. José Aurelio Gay se mantiene como técnico del Real Madrid C. La salida de Morientes supone el ascenso de de Rubén de la Red, del cadete A al juvenil B. Solari también sube del Cadete B al Cadete A. De la escuela de Brunete, Ramón Martínez ficha a Pedro Blázquez para el Cadete B y todo lo demás, a día de hoy, se mantiene igual, aunque en algunas partes del club entienden que no es lo ideal.
En algunos despachos del Santiago Bernabéu saben que el actual proyecto de “La Fábrica” no es el que pretendía Florentino Pérez cuando accedió a la presidencia. Todo lo que Michel y su equipo habían planificado ha sido borrado por “El jefe”. Normal. Pero aquí no acaba la limpia ya que no hay ni rastro del proyecto de cantera que diseñó y lideró Alberto Toril. Desde el despacho, Ramón Martínez dirige a un grupo de entrenadores descontentos, desmotivados y atemorizados que dependiendo de dónde sople el viento, se balancean aunque no estén de acuerdo con las ideas para lo que les contrataron.
Al Real Madrid, de un tiempo a esta parte, el Barcelona, Atlético o Rayo le están arrebatando los jugadores de la Comunidad madrileña cuando no hace tanto era casi imposible que no terminaran en Valdebebas. El “scouting” en “La Fábrica” brilla por su ausencia. Para solucionar este gran vacío con el despido masivo de Paco De Gracia, Julio de Marcos y Arkaitz Mota, el Madrid sondea a Toni Lima, ojeador jefe del Inter de Milán, para reforzar el proyecto de cantera. Lima, que no termina de ser del gusto de Ramón Martínez, llegaría de la mano de José Ángel Sánchez. Y donde hay patrón no manda…
Con este escenario, la realidad es que en Valdebebas reina el desconcierto y la desilusión de la mayoría de los entrenadores.